«Carrión es mi vida, no lo cambiaría por nada»

Esther Marín
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El fotogafo Eli Ramos, un enamorado de su tierra, tiene este año la responsabilidad de pregonar las fiestas de la localidad jacobea

«Carrión es mi vida, no lo cambiaría por nada»

«Carrión es mi juventud, mi familia y mi lugar. No lo cambio por nada». Así de claro lo tiene el pregonero de las fiestas de San Zoilo de Carrión de los Condes, Eli Ramos Martín, a quien la propuesta le pilló por sorpresa e incluso llegó a plantearse que no era la persona adecuada. «Cuando la corporación me dijo que tenía que hacerme una proposición, pensé que era de trabajo. Para nada creía que podía ser merecedor de ocupar este lugar, pero al final la ilusión y las ganas de hacer las cosas por Carrión fueron suficientes argumentos como para convencerme», reconoce.

Ramos nació en Villanueva de los Nabos, una pequeña localidad a seis kilómetros de Carrión, aunque a los siete años se trasladó con su familia a Bilbao. «Allí pasé mi adolescencia y mi juventud. Estudié maestro industrial electrónico y a los 27 años me fui a Valladolid», cuenta el pregonero. En la capital del Pisuerga «necesitaban personal para un laboratorio fotográfico y me puse a reparar máquinas industriales». Pero su inquietud hizo que aprendiera técnicas de revelado, filtrado y laboratorio, lo que le hizo introducirse en el mundo de la fotografía de lleno.

En estos años, Carrión también formó parte de su vida. Durante los veranos, junto a su hermano disfrutaba de muchas jornadas entre amigos, en la peña La Rueda y con los vecinos del pueblo. «Tocaba la guitarra y cantábamos durante horas. Es más, este año tenemos previsto volver a reunirnos para compartir aquellos recuerdos y revivir de nuevo momentos juntos», dice.

De hecho, la música es una de sus aficiones. Además de estudiar acordeón durante cinco años, han sido muchas las canciones que ha compuesto, muchas de las cuales se siguen cantando en  la localidad carrionesa. «Cuando montamos Onda Carrión teníamos una canción que se cantaba al finalizar cada programa y que, a día de hoy, todavía se escucha entre muchos vecinos. Es como un himno que recordamos con mucho cariño», cuenta Eli Ramos. Es más, llegó a ir con su hermano al Festival Internacional de la Canción de Benidorm, «pero no nos dejaron participar porque no teníamos representante». Pero no le importó, sus canciones y su guitarra siempre le han acompañado.

orgullo. En 1981 montó su tienda de fotografía en Carrión. «Con todo lo que había aprendido en Valladolid empecé a hacer fotos creativas» y allí se asentó para crear su familia. «Mi mujer Begoña es de Carrión y aquí han nacido nuestros tres hijos, algo de lo que estoy muy orgulloso. Además, uno de ellos este año es quinto, baja al santo y ha sido elegido zagal. ¡Qué más puedo pedir!», dice orgulloso.

Reconoce que le encanta la localidad. «Tenemos comercios, bares y hay empresas que se están asentando. No cambiaría Carrión por nada; aquí me siento muy querido, porque la gente es muy amable y se vive muy bien. Siempre volvería aquí», asegura convencido.