Cuando en mayo de 2017 la Unesco declaró a Las Loras primer Geoparque Mundial de Castilla y León, el organismo internacional reconoció el valor geológico del territorio compartido por las provincias de Burgos y Palencia, la implicación de la sociedad en la protección y puesta en valor de los recursos naturales, culturales y patrimoniales y la labor de las instituciones públicas y privadas en la promoción y conservación de este espacio. Sin embargo, y con el objetivo de que el espacio mantuviera el sello en un futuro, la Unesco realizó una serie de recomendaciones.
Casi tres años después, el Geoparque Las Loras encara su evaluación -que se producirá a finales del mes de mayo o principios de junio- con «optimismo e ilusión». Y es que, aunque quedan algunos flecos por rematar, cerca del 80 por ciento de las recomendaciones se ha cumplido o está en proceso de cumplirse. «Sin ser vanidosos, creemos que se ha hecho un buen trabajo en el territorio», apunta la gerente del espacio, Karmah Salman, al tiempo que recuerda que en este tiempo se ha ido avanzando en un «ambicioso» plan de acción compuesto por numerosas actividades y proyectos basados en la participación social.
«Sin embargo, -continúa- no podemos dormirnos en los laureles, dado que las evaluaciones son cada vez más estrictas». Salman reconoce que la Unesco mira «con lupa» tanto las acciones llevadas a cabo, como el apoyo institucional¡; un rigor que, por otro lado, obliga a los gestores del espacio a esforzarse al máximo en el cumplimiento de las recomendaciones.
En este sentido, desde el Geoparque destacan la importante labor que se ha llevado a cabo en todo lo relacionado con la visibilidad del espacio y sus lugares de interés, así como las mejoras que se han realizado en el ámbito de la gestión, la conservación y la promoción de Las Loras. «Nuestra obligación es seguir trabajando con los empresarios locales y mejorar las vías de comunicación con las juntas vecinales», expresa Salman, que también apunta a la señalización de los lugares de interés geológico, la traducción de determinados materiales y el trabajo con los empresarios locales, los agricultores y los ganaderos como algunas de las cuestiones en las que hay que profundizar.
«Se ha colaborado con Espacios Naturales en las labores de conservación, se han realizado acciones de investigación y geovoluntariado, hemos intervenido en lugares delicados como Orbaneja del Castillo y tenemos constancia de la creación de nuevos negocios locales, así como del acercamiento de empresas de territorios cercanos», indica la gerente de Las Loras. Todo, además, se ha hecho de forma participada, de abajo hacia arriba, y con el apoyo de una población que, cada día, está más orgullosa de la comarca que habita.
De hecho, Salman subraya la enorme labor desarrollada junto a los escolares, para quienes «Geoparque ya no es una palabra extraña». Asimismo, confirma un repunte en el turismo que, aunque es difícil de concretar en cifras, sí se puede constatar teniendo en cuenta los datos de lugares como la Cueva de los Franceses y el Museo del Petróleo o los aportados por los aforadores ubicados en algunos lugares. «Nosotros mismos hemos gestionado a más de 2.000 personas y cada vez hay más gente que se dirige a las oficinas de turismo en busca de información sobre el Geoparque», indica.
Avanzar en la creación de una marca conjunta que impulse los productos de cercanía y, en definitiva, el desarrollo sostenible es otro de los retos del espacio, cuyos gestores tienen la sensación de que las cosas van saliendo bien. «Igual que la declaración, esto es un proceso lento, pero en el que vamos dando pasos firmes», apunta Karmah Salman no sin dejar de recordar que hay que tratar de impulsar la investigación geológica, otro ámbito en el que cojea un poco el Geoparque debido a la paralización que se produjo a consecuencia de la crisis.
COHESIÓN, ESFUERZO Y APOYO. «Hemos hecho muchas cosas bien gracias al gran esfuerzo y al apoyo de todos. Sabemos que la Unesco aplica criterios objetivos a la hora de realizar sus evaluaciones, pero nadie está libre de recibir una tarjeta amarilla. Por eso, lo más importante es seguir trabajando y, sobre todo, aprovechar la visita de los evaluadores para transmitir correctamente la cohesión, la colaboración de la población y de las administraciones y la labor realizada», indica finalmente Karmah Salman. Si el coronavirus no lo impide, la visita de los representantes de la Unesco tendrá lugar en dos o tres meses.
EVALUACIÓN POR ADELANTADO. El 5 de mayo de 2017, tras la reunión del comité ejecutivo, la Unesco declaraba a Las Loras Geoparque Mundial. El territorio se convertía así en el primer espacio de Castilla y León distinguido con este sello y en el decimoprimero de toda España. El organismo internacional reconocía más de una década de esfuerzos y ponía en valor los recursos geológicos de un paisaje configurado por antiguos fondos marinos, ríos, la erosión y la intervención humana. Un territorio integrado por cinco municipios de la provincia de Palencia y once de Burgos en el que también destaca su naturaleza, diversidad biólogica y arte. 365 días antes de lo estipulado, dado que la declaración es por cuatro años, pero debido a reestructuraciones internas la evaluación se ha adelantado, el Geoparque Las Loras tendrá que demostrar en unos meses que ha hecho los deberes.