«Castilla lleva en los hombros la cruz de su propia tierra, Palencia es como una rosa, cárdena y sanguinolenta bajo ese peso de siglos con que Castilla se aprieta. Cómo le duele a Castilla su Palencia, cómo pesa sobre Palencia Castilla, llevando la cruz a cuestas». Así comienza el poema Crucifixión de Castilla, de Antonio Álamo Salazar, unos sentidos versos a los que ha puesto música Jesús José Sangrador, natural de Grijota y profesor jubilado del CEIP Pan y Guindas.
«La hija del que fuera director de Diario Palentino me dejó un día un libro de su padre. Años más tarde, utilicé esa poesía que tanto me había marcado para presentarme al I Concurso de Composición de Música Coral. Para ello, conté con la ayuda de Alberto Ruiz Pajares, que fue quien me ayudó a elaborar la partitura», explica Sangrador.
Y es que este aficionado a la música compone de oído apoyándose en los sonidos de su guitarra, pero carece de los conocimientos necesarios para traducir sus creaciones al lenguaje musical. Por eso en sus devaneos artísticos ha conseguido implicar también a Miguel Ángel Cantera, director de la Banda de Música de Palencia -aunque de baja desde hace algunos meses-. «Él ha sido el encargado de elaborar el libreto con las partituras para que la Banda interprete esta composición», afirma Jesús José Sangrador.
Antiguo integrante del dúo J J y del grupo Tierra de Campos, Sangrador lleva desde la adolescencia componiendo música para los textos que le inspiran, un camino en el que siempre le ha acompañado Francisco Javier Durántez, que además de formar parte de los mencionados conjuntos musicales, es el plumilla de algunas de esas canciones que, por el momento, esperan pacientes a ser interpretadas. «En Vilagarcía de Arousa (Galicia) nos llevamos el premio a la pureza folclórica y el tema Por Castilla y León llegó a ser el himno de uno de los partidos políticos existentes en la región durante las primeras elecciones democrácticas», explican Durántez y Sangrador.
Una vida ligada a la música que, además de recoger el legado y la tradición folclórica de los pueblos de la provincia, ha dado como resultado numerosas creaciones. «Me gustaría que las autoridades y estructuras socioculturales de Palencia apoyaran la difusión y la creación de la propia tierra. Entiendo que las agrupaciones tienen su propio repertorio, pero mi deseo es que valoren mis canciones», apunta al respecto el autor de la música de Crucifixión de Castilla.
De ahí su deseo de dar a conocer el medio centenar de obras que ha creado a lo largo de su vida. «Algunos son textos escritos por Javier, otros de grandes poetas como Gloria Fuertes y también han surgido algunas composiciones en el entorno escolar», continúa Sangrador. Ejemplo de ello es una canción titulada Thalía, en honor a la pequeña autora de unos versos que inspiraron al protagonista de esta historia. «Vi el poema colgado en uno de los pasillos del colegio y me pareció tan bonito que le tuve que poner música», aclara Sangrador.
Por el momento, la Banda de Música ya ha interpretado en uno de sus ensayos la música creada para el poema de Álamo Salazar, pero aún no ha tocado el tema en público ni se ha incorporado la parte coral, algo que a Jesús José Sangrador le haría «mucha ilusión».