Un vecino de Palencia se enfrenta a la pena de un año de cárcel como presunto autor de un delito de coacciones y otro leve de amenazas después de que le enviara más de 200 mensajes a través del whatsApp y sms a su excompañera con el propósito de que reanudara la relación sentimental que había mantenido.

El Ministerio Fiscal solicita en su escrito de conclusiones provisionales la prohibición de acercarse a la víctima a menos de 200 metros, una multa de 600 euros y una indemnización por daños morales en favor de la víctima  de 3.000 euros.

Los hechos que serán enjuiciados se produjeron en septiembre de 2019 cuando el acusado, después de que se rompiera la relación que mantenía con la que había sido su compañera, se dedicó a enviarle presuntamente más de 200 whatsApp y sms con el objetivo de que retomara dicha relación. Asimismo, el 16 de septiembre en uno de esos mensajes supuestamente le lanzó una amenaza que el Ministerio Público la ha calificado como leve.

EL LÍMITE. La disyuntiva sobre el límite entre el simple mensaje y las coacciones o el acoso salió a la luz en mayo de 2019 en una sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Madrid, que estimó el recurso interpuesto por una expareja a la que se absolvió del delito de amenazas, aunque manteniendo el de coacciones.

En dicho supuesto de hecho, el acusado dirigió un elevado número de mensajes vía Whatsapp y Facebook a su expareja, instándola a que volviese con ella. Los bloqueos posteriores de la víctima derivaron en una mayor insistencia del autor, que también llamó al teléfono fijo o se puso en contacto con los familiares de la mujer.

En primera instancia, el Juzgado de lo Penal absolvió al demandado de delito de amenazas en el ámbito de violencia de género, siendo condenado por un delito de coacciones a un año de prisión.

Por lo demás, la última referencia conocida a delitos relacionados con los mensajes instantáneos en Palencia se remonta a abril de 2019 un hombre identificado como A.E.B. asumió en el Juzgado de lo Penal una multa de 540 euros como autor responsable de un delito de hostigamiento a una mujer después de enviarle desde su teléfono móvil de manera insistente y durante altas horas de la madrugada  mensajes de WhatsApp de índole sexual que le provocaron a la víctima miedo, angustia y malestar. El acusado, que tuvo prohibido el aproximarse a la mujer, así como comunicarse con ella por cualquier medio por el espacio de tres años, asumió ante el tribunal que hostigó a la mujer desde el 22 de agosto al 14 de octubre de 2017.