La fauna silvestre se ha visto amenazada las últimas décadas por el uso de cebos envenenados y, a raíz de esto, algunas especies han llegado a estar en peligro de extinción en España. Por ello, la Sociedad Española de Ornitología (SEO/Bird Life) y la asociación World Wildlife Fund for Nature (WWF) -Fondo Mundial para la Naturaleza- publicaron un informe sobre el impacto del envenenamiento intencionado de la fauna a nivel nacional entre 1992 y 2017. Según los datos revelados por las dos ONG, Palencia está entre las 20 provincias que más casos de intoxicación de fauna silvestre registra y la cuarta a nivel regional, solo superada por Valladolid, Burgos y Segovia.

La documentación aportada señala que en Palencia fueron envenenados 292 animales silvestres entre 1992 y 2017, siendo el milano real la especie más castigada, con 54 casos detectados. Por otra parte, los datos muestran que Palencia está entre las cuatro provincias de Castilla y León en las que se detectan más casos de envenenamiento de perros (18), lobos ibéricos (5) y alimoches comunes (10). 

El concejal de Medio Ambiente  y Barrios, Juan Antonio Marcos, afirma que «el contacto entre el Consistorio y el Seprona es frecuente, y se hará todo lo que esté en las manos del Ayuntamiento frente a este tipo de actos delictivos». Asimismo, el concejal asevera que «en ocasiones debe haber un control de las especies pero siempre guiados por expertos, sin hacer sufrir a ningún animal bajo ningún concepto». 

El Seprona trabaja en colaboración con las instituciones públicas para luchar contra estos delitos - Foto: DPmotivo. Estos envenenamientos «se producen deliberadamente con la finalidad de dar muerte de forma indiscriminada a carnívoros que pueden consumir animales como la perdiz y el conejo, siendo el zorro la principal especie perseguida», según SEO/BirdLife y WWF. Asimismo, el informe detalla que «el uso ilegal de veneno genera un impacto grave en la biodiversidad», siendo las rapaces las más afectadas (35%), seguidas de los animales domésticos (21%). Junto a ello, la segunda causa de la utilización de cebos envenenados «es el uso ganadero», cuyo objetivo es proteger al venado que permanece sin la supervisión de pastores.

De igual forma, la problemática se extiende a que los cebos no solo afectan a las especies objetivo que, por su naturaleza, son cazadoras o carroñeras, sino que también perjudican a otras especies que accidentalmente se convierten en víctimas de la carnada envenenada. Desde SEO/Bird Life y WWF cuantifican que una de estas especies es el perro común, pues se detectaron 3.509 casos a nivel nacional en los últimos 25 años. Esto, a nivel general, «constituye únicamente la punta del iceberg de este problema, siendo la dimensión real del mismo mucho mayor, ya que sólo se detecta una pequeña parte de los casos totales. Los datos registrados por las comunidades autónomas podrían suponer entre el 10 y el 15% de un dato real, que llegaría a superar los 200.000 animales», según las ONG.

Las cifras de intoxicaciones caen por noveno año consecutivo

Los datos que refleja el informe elaborado por SEO/Bird Life y WWF aportan cierta esperanza para las especies animales silvestres, pues la cifra de fauna salvaje envenenada en 2017 (200) descendió por noveno año consecutivo.

La especie más perjudicada es el milano real, un ave rapaz - Foto: DPLa última temporada en la que el número de casos de intoxicaciones animales sufrió un repunte fue en 2008, con 634 casos detectados. Sobre estos datos, las ONG aseveran que «el último período de crisis económica ha podido influir, sin duda, en la disposición de medios para la lucha contra el veneno. Esto ha podido contribuir, en parte, al descenso de los envenenamientos detectados y a una caída en la gráfica de las sustancias, al analizarse menos casos».

Asimismo, pese a que la evolución de las cifras sea esperanzadora, no se produce de igual manera en todas las especies. Así, el animal más afectado a nivel nacional es el milano real que, desde 2011, está catalogada como ave en peligro de extinción en las Islas Baleares.

La sustancia más extendida en los cebos envenenados a nivel provincial es Aldicarb, un plaguicida diseñado para controlar las plagas de insectos y nematodos (gusanos). «El comercio de este tipo de pesticida está fuera de la Lista Comunitaria de Sustancias Activas autorizadas para su uso como fitosanitarios, por haber demostrado ser peligrosa para la salud humana y el medio ambiente», tal y como detalla el informe de SEO/Bird Life y WWF.

El lobo es una de las especies que están clasificadas como vulnerables - Foto: DPlobo. Los datos aportados por las ONG muestran que «un 9% de los envenenamientos afecta a carnívoros terrestres, como el lobo ibérico». Esta especie está catalogada en el Libro rojo de vertebrados en España, de 1992, como especie vulnerable. Sin embargo, la caza, que no el envenenamiento,  de lobos al norte del Duero está amparada por la ley, pues la Junta autorizó la caza de 339 especímenes el año pasado. 

La reducción, un año más, del número de intoxicaciones de fauna silvestre no hace que las organizaciones de protección animal y medioambiental  se den por satisfechas. En el informe publicado por SEO y WWF figuran tres páginas de peticiones, tanto a las comunidades autónomas como a la administración central, en las que piden «incrementar la dedicación de personal especializado y mejorar su formación, mejorar la vigilancia y  aprobar las estrategias contra el veneno y planes de acción»,.

De este modo, para Carlos Cano, experto de WWF España, «pese a los notables avances, el esfuerzo realizado aún no es suficiente, y se observa una cierta relajación de las instituciones y CCAA».