La tarde del domingo se preveía sombría en Becerril. Tras la derrota 1-3 sobre el campo, los jugadores se acercaron para saludar a la grada y agradecer el apoyo de su incondicional afición. En ese momento, Varo, central del equipo becerrileño, aprovechó para acercarse a su novia Marta y pedirle en matrimonio, anillo en mano.

La decepción por el mal inicio de liga se diluyó, los vítores y aplausos acompañaron a los novios en uno de los momentos más especiales de su vida y una sonrisa surgió en todos los presentes en esta original pedida.

«He querido hacerlo así, porque el fútbol lo ha significado todo y el CD Becerril es mi segunda familia» señalaba Varo, aún emocionado tras un acto que conmovió a todo el pueblo, aunque lo llevaron casi en secreto. «No quería distraer a los compañeros del partido, por lo que muchos de ellos estaban tan sorprendidos como la novia», bromeaba el jugador.

La fiesta no pudo redondearse con un resultado favorable para el equipo, situación soñada para Varo. «Cuando marcamos el primer gol pensé que ojalá pudiéramos conseguir una victoria, pero aún así fue muy bonito y estoy muy agradecido con todos».

Pasión compartida.  A los novios les une su pasión incondicional por el CD Becerril. Como señala el defensa, el Mariano Haro, un lugar en el que han compartido tantas emociones, era «el mejor lugar para pedírselo». 

Para redondear la fiesta, la respuesta de la novia, como no podía ser de otra forma, fue positiva, aunque la pareja no tiene aún fecha para la celebración del enlace. «Nos gustaría que fuera al acabar la temporada, hoy he estado mirando fechas», apuntaba el jugador.

Esta inusual pedida de mano le hizo mucha ilusión a la novia, fan incondicional del equipo. «Conociéndola sabía  que le podía gustar, pero ver su reacción y lo feliz que estaba me alegró muchísimo», señalaba Álvaro. Un enlace donde, seguro,  el morado del equipo está muy presente, y en el que es de esperar que se pueda celebrar también los éxitos del equipo a final de la temporada.