La ciudad de Palencia acogió esta tarde la tradicional fiesta del Bautizo del Niño, un acto que impulsa la Cofradía del Dulce Nombre del Niño Jesús desde el siglo XVI y que ostenta la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional desde el año 2015.

El Bautizo del Niño es una fiesta religiosa que se celebra desde principios del XVI y fue declarada de Interés Turístico Regional en el año 1999. La Hermandad de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús lleva organizándola de forma ininterrumpida desde hace 500 años.

En sus inicios, era celebrada en el barrio judío de Palencia, cada primero de enero en el día de la Circuncisión, que con el tiempo fue cristianizándose para convertirse en el bautizo de Jesús.

De esta forma, el acto comenzó con el rezo del rosario en el interior del templo palentino de San Miguel y la renovación de las promesas del Bautismo. Tras ello, la imagen, de estilo barroco, fue elevada a hombros por las autoridades municipales y varios cofrades de la hermandad para bailar al Niño Jesús al son del popular villancico palentino ‘Ea’.

La Hermandad consiguió mantener viva la tradición a lo largo de los siglos preservando la esencia y la sencillez del acto que consiste en acunar a una imagen de Jesús recién nacido al son del villancico popular, al que puso letra el compositor Claudio Prieto. Una lluvia de caramelos lanzados desde los balcones de la Casa Rectora, aledaña al templo de San Miguel, cierró el acto festivo.