La Interprofesional de la Patata espera al nuevo consejero

P. Velasco
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La campaña ha arrancado esta semana en la Comunidad con buenas previsiones tanto de calidad del producto como de producción, que podría aumentar hasta un 18 por ciento

Recogida de patatas en una parcela de la provincia de Burgos durante la campaña del año pasado - Foto: Alberto Rodrigo

Han pasado cuatro años pero parece que la constitución oficial de la Organización Interprofesional de la Patata de Castilla y León (Oipacyl) está más cerca de convertirse en realidad y así ser la primera de toda España. Su puesta en marcha estaba parada a la espera de conseguir el 51 por ciento de los apoyos de los productores necesarios para su creación. Un objetivo que se ha logrado, como confirmó Eduardo Arroyo, presidente de la Asociación de Productores de Patata de la Comunidad, y cuyas firmas se presentarán al nuevo equipo de la Consejería de Agricultura cuando tome posesión para poder dar los siguientes pasos para su oficialización.

«La Interprofesional no se ha apoyado excesivamente, es un tema que se ha quedado anquilosado desde hace cuatro años y nos costó muchísimo alcanzar el 51 por ciento», detalló Arroyo, que confía entregar las firmas al futuro «consejero o consejera» lo antes posible y que esta herramienta sea una realidad antes de fin de año. 

Además, recordó que la Interprofesional como tal ya está constituida, aunque no tiene validez como interlocutor, pero sí está distribuida la representación de cada entidad con la presencia de las organizaciones agrarias, los operadores, Urcacyl y ellos mismos, que fueron los últimos en incorporarse el pasado mes de diciembre.

«Ahora tenemos que poner las firmas encima de la mesa porque quien realmente tiene que activarlo es el consejero. Entonces hablaremos con ellos y pondremos en marcha esto que se tendría que haber hecho hace cuatro años», añadió.

La regulación permitirá que el sector de la patata, «que jamás ha estado agrupado», cuente con una herramienta que vele por el buen funcionamiento de la cadena alimentaria, ejecute actuaciones que mejoren la transparencia de los mercados, promueva medidas para regular la oferta y mejorar el equilibrio de producción y realice labores de promoción del producto.

Unos objetivos que también intenta cumplir la Asociación de Productores de Patata de Castilla y León que reúne unas 6.000 hectáreas de las 19.000 que se cultivan en la Comunidad y a la que pertenecen unos 380 agricultores. «Estamos poniendo sobre la mesa los problemas de la patata, los problemas de fitosanitarios, de insectos, de precios, todo el tema de comercialización y escalonamientos», destacó Arroyo.

Arranque de campaña

Y mientras se espera el impulso final de la Interprofesional, esta semana comenzaba el arranque de la patata en Castilla y León con muy buenas previsiones tanto en lo que respecta a la calidad como a la producción, con un crecimiento que podría alcanzar hasta el 18 por ciento. Este año se han cultivado en la región unas 19.000 hectáreas frente a las 19.350 del año pasado y se espera un aforo cercano a las 900.000 toneladas.

«La campaña ha arrancado esta semana y ya hay bastantes parcelas quemadas para poder arrancar en ocho o diez días, así ir cubriendo las necesidades de mercado, que ahora mismo ha entrado en vacío y es uno de los pocos años que se produce esta situación», afirmó Eduardo Arroyo.

El presidente de la Asociación de Productores de Patata de Castilla y León animó a los agricultores a aprovechar esta situación porque Cartagena y Sevilla ya han terminado. «Está empezando Albacete, que es nuestro principal competidor, pero este año hemos sembrado menos pero hay más producción porque el cultivo está muy sano», recalcó.

Las perspectivas para esta campaña son «buenas a corto plazo», siempre que se controle «el embudo» que puede ocasionar el exceso de arranques en Albacete y el de temprano en la Comunidad. «Hay que aprovechar este mes para regular el precio. Hoy está bastante alto, pero yo creo que tenderá a regularse, poco a poco, y a primeros de agosto podamos tener un mercado regulado con arranques regulados», comentó este agricultor segoviano, que indicó que ahora mismo se está pagando precios muy altos por el producto que llegan a los 50 céntimos por kilogramo, aunque cree que irán bajando progresivamente. Además, recordó que los precios cerrados por contrato se sitúan en la Comunidad entre los 16 y los 20 céntimos, y en este caso, más de la mitad de superficie que se cultiva en la región ya tiene un acuerdo cerrado para la compra de sus patatas.