Ilusión y tradición, repartidas en 7.000 raciones de roscón

A. Benito
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Miles de personas se congregaron ayer en la plaza Mayor para degustar el típico dulce navideño. El evento cumplió veintitrés años y volvió a correr a cargo de la Pastelería Polo

Ilusión y tradición, repartidas en 7.000 raciones de roscón

Las bajas temperaturas no pudieron ayer con las ganas de los palentinos de degustar, un año más, el gran roscón de Reyes. Un evento que cumplió 23 años y lo hizo de la mejor manera posible: congregando a miles de personas en la plaza Mayor en torno a una actividad que es ya tan tradicional como cantar villancicos en Navidad.


Pastelería Polo fue, de nuevo, el establecimiento encargado de elaborar este dulce del que se repartieron más de 7.000 raciones. Un postre típico de la época navideña elaborado a base de huevos, harina, mantequilla, azúcar, sal, levadura, leche, naranja y agua de azahar, que ayer volvió a deleitar el paladar de los vecinos de la capital.


Por todos es sabido que para hacer un buen roscón de Reyes es necesario echar también una pizquita paciencia y toneladas de cariño. Un correcto amasado y un horneado preciso completan la preciada receta que durante años ha tratado de preservar la Pastelería Polo, de cuyo buen hacer pudieron dar cuenta ayer los palentinos. 


«Para nosotros es una gran responsabilidad elaborar el roscón», aseguró Marta Polo, a la vez que mostró su orgullo y agradecimiento al Ayuntamiento por confiar este evento al equipo de personas que forman parte de la conocida pastelería palentina. Y es que, en total, fueron más de media docena de personas las que hicieron realidad una nueva edición de esta tradicional cita. «Hemos echado muchas horas», puntualizó la maestra pastelera, que también explicó que la elaboración comenzó el jueves y concluyó ayer por la tarde.


Con respecto al ingrediente secreto, la responsable de la confitería apuntó al tiempo. «Hacer un roscón de forma rápida, es fácil, pero dedicarle horas y hacerlo bien es más complicado», matizó Marta Polo, a la vez que destacó el ambiente festivo de la jornada y la alegría que destila.


Como todos los años, fueron los representantes municipales y de otros sectores los encargados de repartir el roscón entre los cientos de personas que hicieron cola para conseguir un trozo del delicioso roscón. Entre ellos, el alcalde de la ciudad, Mario Simón, que destacó la buena acogida que la actividad tiene enter los vecinos. 


«Estamos contentísimos porque se trata de un acto que congrega a mayores y pequeños, uno de los más bonitos de la Navidad», señaló al respecto el primer edil durante un acto que comenzó puntual e hizo que la gente le pusiera un toque de dulzura al día.


TAMBIÉN PARA CELÍACOS. Consciente de la intolerancia al gluten de muchas personas, el Consistorio también quiso acercar el evento a este sector de la población. Por ello, a la misma hora, pero en la plaza de San Francisco, se repartió roscón para celíacos. Un detalle que, a buen seguro, fue bien recibido por quienes sufren esta enfermedad.