Si cualquier deporte genera agresividad y competitividad en sus participantes ¿Por qué aquellos que la canalizan y enseñan a medir las consecuencias de su empleo, son mal vistos por la sociedad? Esta es una reflexión habitual en aquellos que practican estas modalidades deportivas, aunque Kike Martínez, entrenador del Kick Boxing Palencia, prefiere huir de ello. «No soy partidario de vendérselo a la gente. El que quiera venir y probar, yo le invito a que lo haga, y se sorprenderá», explica el entrenador palentino, que lo compara con cualquier otro deporte, donde existe «un proceso de aprendizaje y una puesta en práctica de lo asimilado».
El respeto es una pieza fundamental en la práctica de los deportes de contacto. Se fomenta el desarrollo de los deportistas en valores de los que, como apunta el entrenador palentino, «en muchas ocasiones la sociedad carece». Un respeto que se extiende a los diferentes integrantes del deporte, tanto entrenadores, como compañeros y rivales. Estos valores dependen, según el propio Kike, de la manera en la que «el entrenador lo imparta a los alumnos».

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