La PIB de Castilla y León sigue creciendo a buen ritmo pero el fantasma de la desaceleración económica comienza a ensombrecer las cifras macro de la Comunidad. Durante el segundo trimestre del año el Producto Interior Bruto de la región creció un 2,4 por ciento, un punto menos que hace un año y dos décimas por debajo del primer trimestre. "La economía sigue creciendo por encima del dos por ciento, pero la desaceleración existe", reconoció el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, que ha apuntado que "de ningún modo" este año se alcanzará el crecimiento económico del pasado curso.

Una vez más la sequía vuelve a estar detrás de los malos datos autonómicos, toda vez que el sector primario se dejó un 4,5 por ciento y las ramas energéticas se desplomaron un 18,5 por ciento. Además, las ramas manufactureras de la industria, a pesar de crecer un 1,6 por ciento, esta cuantía supone la mitad que el trimestre pasado. La construcción, por su parte, también se desacelera al pasar del 3,4 al 3,1 por ciento. Solo el sector servicios mejora su aportación a la economía regional al ganar dos décimas (3,5 por ciento) respecto al periodo enero-marzo.

"Debemos reflexionar sobre estas cifras, que son positivas, pero nos ponen en alerta de la necesidad de articular medidas", ha explicado el Fernández Carriedo.