Biden tiende la mano a China

Agencias
-

El presidente busca reconducir las maltrechas relaciones con Pekín heredadas de Trump, mientras Xi Jinping alerta de que una confrontación sería una catástrofe para todo el planeta

Biden tiende la mano a China - Foto: KEVIN LAMARQUE

Estados Unidos y China podrían firmar una tregua después de cuatro años de guerra desatados durante el mandato de Donald Trump. Así, los presidentes de ambas naciones, Joe Biden y Xi Jinping, intentaron ayer reconducir las maltrechas relaciones entre las dos mayores potencias económicas del mundo a través de su primera llamada telefónica, en la que el jefe del Ejecutivo de Pekín advirtió a su homólogo de que «una confrontación sería una catástrofe».

«Un enfrentamiento entre China y EEUU será, sin duda, una catástrofe para los dos países y para el mundo», aseguró Xi.

Las colisiones entre ambas potencias en planos como el comercial, el diplomático o el tecnológico habían sido frecuentes con Trump en la Casa Blanca, una senda que  Biden quiere evitar a toda costa, pero también Pekín, ya que, entre otros resultados, ha dañado a varias de sus empresas, como el gigante tecnológico Huawei o la fabricante de semiconductores SMIC.

En este contexto, no sorprendió que Xi considerara la cooperación entre los dos países como «la única elección correcta para ambas partes» y elogiara las más de cuatro décadas de relaciones diplomáticas entre Pekín y Washington como una contribución «a la paz, la estabilidad y la prosperidad global».

La excusa de la llamada -o así al menos lo orientan desde ambas partes- fue el Año Nuevo lunar, la festividad más popular en China, que hoy entrará en el Año del Buey.

Así, Biden «transmitió sus felicitaciones y mejores deseos al pueblo chino», y después ambos mandatarios procedieron a abordar varios temas escabrosos en una partida de pimpón dialéctico cuyo resultado se apreciará solo con el transcurso del tiempo.

Las prioridades del dirigente norteamericano, manifestó, pasan por «proteger la seguridad, prosperidad, salud y modo de vida del pueblo estadounidense» a lo que agregó la preservación de «un Indo-Pacífico libre y abierto», una zona de importantes rutas comerciales y de gran relevancia geopolítica en la que China, con su reciente crecimiento, ha ido ganando mucho peso.

A este respecto, Xi indicó que «ambas partes deberían actuar acorde a la tendencia del mundo, salvaguardar conjuntamente la paz y la estabilidad en la región Asia-Pacífico y realizar contribuciones históricas para promover la paz y el desarrollo en el mundo».

Biden se adentró más aún más en territorio espinoso al «recalcar sus preocupaciones fundamentales sobre las prácticas económicas coactivas e injustas de Pekín, la mano dura en Hong Kong y las acciones cada vez más autoritarias en la zona, Taiwán incluida».

En este punto, Xi no modificó un ápice el discurso oficial de China y reclamó que no haya interferencias extranjeras en sus asuntos.

 

El tiempo se acaba

Por otro lado, el Gobierno de Rusia reclamó a EEUU e Irán que vuelvan al cumplimiento total del acuerdo nuclear de 2015 antes del 21 de febrero, fecha en la que Teherán renunciaría a un protocolo adicional del Tratado de No Proliferación.

«El tiempo se agota», avisaron desde el Kremlin. Por eso, hay que «hallar una solución de consenso», agregaron.