Recogidas 7.500 firmas contra las macrogranjas porcinas

Rubén Abad
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La Plataforma Pisoraca y Comarcas Vivas, integrada por vecinos del Boedo, La Ojeda y La Valdavia, lleva dos semanas colocando una mesa informativa en el mercado de Herrera

Recogidas 7.500 firmas contra las macrogranjas porcinas

Los vecinos del Boedo, La Ojeda y La Valdavia, a través de la Plataforma Pisoraca y Comarcas Vivas, se han levantado en armas (metafóricamente hablando) contra las macrogranjas porcinas que se pretenden instalar en la comarca. 


Una de las primeras acciones que está realizando es la colocación de carteles de Se Vende en las casas y negocios de la zona con el lema No me voy, me echan. Stop macrogranjas, al objeto de llenar las redes sociales con fotos de esos letreros y ayudar a visibilizar el rechazo de la gran mayoría de la población.


También se pretende seguir con la campaña de recogida de firmas en papel, en la que más de 1.700 personas ya han mostrado su apoyo, y con la que está activa en la plataforma Change.org en la que unas 6.000 personas han mostrado su desacuerdo con este megaproyecto. En total, del orden de 7.500. 


Asimismo, desde hace dos semanas el colectivo está colocando una mesa informativa en el mercado de Herrera de Pisuerga para dar a conocer la «incidencia negativa» que va a tener la implantación de 14 macrogranjas de cerdos por parte de la empresa Decamed Trading.


«Hay múltiples estudios que demuestran los efectos negativos que conllevan las altas concentraciones de nitratos que llevan los purines en las tierras donde son esparcidos», explica la entidad, integrada por vecinos preocupados por el impacto que va a tener la introducción de más de 80.000 cerdos en el territorio.  Y es que, según explican, «llegará un momento que la contaminación del terreno provocará que los acuíferos se vean contaminados». «Esa contaminación de las aguas provocará que no se pueda vivir aquí, ya que el agua no podrá usarse ni siquiera para la ducha», añaden.


Asimismo, denuncian que las macrogranjas afectarán de manera negativa a la salud de sus gentes, el medio ambiente, la economía, el turismo y el mercado inmobiliario. «Todo esto a cambio de dos puestos de trabajo por granja», concluyen.