«Francamente positivo». Ese es el balance que hace el delegado de la Federación de Caza de Castilla y León en Palencia de la última temporada de caza menor,  que se cerró en la provincia a principios de este mes. Según José de Luis, la campaña 2019/2020 ha superado las expectativas iniciales, a la vez que ha permitido a los amantes de la cinegética disfrutar de su afición.

«La mayor abundancia de piezas ha sido una de las grandes sorpresas de este año. En la zona norte ha sido una temporada extraordinaria para la codorniz, especialmente en las zonas de Aguilar y Cervera», asegura De Luis al tiempo que destaca la amplia presencia de perdiz en el conjunto provincial.

Con respecto a otras especies, como la liebre y el conejo, el delegado palentino apunta a una situación más desigual. «En términos generales, podemos hablar de recuperación, incluso en exceso en el caso del conejo en zonas como las de Astudillo, Monzón, Amusco, Piña o Támara», añade José de Luis, que en base a estos datos considera que esta última temporada ha sido manifiestamente mejor que las anteriores.

En lo que a la caza mayor se refiere, la temporada finalizó ayer. «Con respecto al corzo, se puede decir que ha colonizado la totalidad del territorio provincial. Antes esta especie llegaba hasta Saldaña, pero ahora también hay ejemplares que habitan mucho más al sur, con el consiguiente perjuicio para los agricultores», asegura De Luis.

«Las batidas de jabalí no han estado mal. Pocos ejemplares tenían lo que los cazadores llamamos buena boca, pero sí se ha abatido un buen número de ellos. Esto ha provocado la diversión en torno a un tipo de caza que cuenta con muchos adeptos en nuestra provincia», expresa De Luis, que también tiene constancia de que ha sido un buen año para la Reserva de la Montaña Palentina.

Cabe recordar, en este sentido, que en la junta consultiva que se celebró el pasado mes de diciembre en Cervera de Pisuerga, se dio cuenta de la memoria provisional de actividades y resultados cinegéticos de la temporada 2019/2020. En aquel momento, habían finalizado los recechos de ciervo y rebeco, indicándose para estas especies las puntuaciones fiscales obtenidas, y se habían iniciado los aguardos de lobo. Durante el encuentro, se expuso también el plan técnico anual para la temporada 2020/2021 y se informó para cada tipo de permiso de caza sobre sus características, normas y limitaciones, períodos hábiles de caza y zonas donde se pueden desarrollar. En cualquier caso, los resultados cinegéticos y económicos definitivos se darán a conocer pasado el mes de marzo.

NUEVA LEY. La Junta de Castilla y León está estudiando las 162 alegaciones presentadas al anteproyecto de Ley de Gestión Sostenible de los Recursos Cinegéticos, cuyo texto se sometió a información pública en el portal de Gobierno Abierto durante unos meses.

 
Según informó hace algunas semanas el Ejecutivo Autonómico, los colectivos y entidades que han presentado alegaciones a la futura ley, su memoria y anexo son las asociaciones de caza, pero también grupos ecologistas y conservacionistas, así como la Federación de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo de Castilla y León. A ellos se suman las asociaciones profesionales agrarias, de guardas jurados, micológicas, los ayuntamientos y juntas vecinales y la Federación Regional de Municipios y Provincias.

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente, a través de la Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal, está analizando ahora las propuestas y las que sean estimadas se incorporarán al texto del anteproyecto de ley, cuya nueva redacción se someterá al dictamen, por este orden, del Consejo Regional de Medio Ambiente, Consejo Económico y Social de Castilla y León, informe de la Dirección de Servicios Jurídicos, del Consejo Consultivo y de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos.

LICENCIAS. Tal y como explica José de Luis, el número de licencias de caza viene bajando paulatinamente desde hace varios años. La tendencia no ha sido distinta esta última temporada, aunque a su juicio, quienes han seguido cazando se han llevado una «grata sorpresa».

Para De Luis, otras campañas han sido tan «desesperantes» que han provocado un retroceso en la expedición de este tipo de documentos. «Sin embargo, esta no es la única razón que explica el descenso del número de cazadores. También hay que tener en cuenta el cambio en los gustos de la población, la falta de relevo generacional o las elevadas tasas e impuestos con las que se grava la actividad cinegética», explica el delegado de la Federación de Caza de Castilla y León en Palencia. 

En este sentido, la Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente pasó de otorgar 129.170 permisos de caza a lo largo de 2008 a expedir 88.992 licencias en 2018. El descenso representa una caída superior al 31 por ciento, que en el caso de la pesca es aún mayor, del 56 por ciento: de 178.148 a 78.292 concesiones.

Dada la vigencia de alguna de ellas (hasta cinco años), estas no deben confundirse con las licencias en activo, según las cuales el permiso en vigor era de 120.965 en 2018 frente a los 158.132 de 2008; mientras que el de pescadores se situaba en 146.462 frente a los 243.162 de hace una década.