Emoción y diversión a raudales en el recinto ferial

Raúl González Casero
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Los palentinos encaran la recta final de las fiestas disfrutando de las atracciones, barracas y puestos de comida del Real de la Feria que celebrará este domingo, última jornada, el 'día del niño'

Sin lugar a dudas, es una de las imágenes que a todos los palentinos nos viene a la cabeza cuando nombramos las Ferias y Fiestas de San Antolín.

El recinto ferial de la capital es un goteo constante de jóvenes y no tan jóvenes que tienen ganas de pasar un buen rato.

Los aficionados a las atracciones tienen adrenalina y emoción aseguradas. La más impactante: Speed, una versión muy similar a la famosa Nube, que sube y baja a los más valientes tantos metros como una torreta del cercano estadio de La Nueva Balastera.

Tampoco faltan clásicos como los coches de choque de El Sella, que llevan haciendo las delicias de todos los palentinos desde tiempos inmemoriales. Incluso se da la curiosa circunstancia de padres que en su juventud eran los primeros en subirse y ahora ven cómo sus hijos demuestran sus dotes al volante.

El Barco Vikingo, que ven en la foto superior, lleva también muchos años balanceando a los bucaneros, algunos de los cuales, salen con el estómago algo revuelto.

Los pequeños de la casa lo pasan en grande en el Dragón o el Gusanito, montañas rusas en versión reducida.

Quienes tienen mejor tino aprovechan un año más la barraca de Los Camellos para sacar algún peluche al grito de «avanti tuti, a tuti jorobi», que luego adornará cualquier rincón de la habitación.

Y si la puntería no es su fuerte, pero también quieren llevarse su premio, comprueban su suerte con los cartones de las tómbolas.

No se puede ir uno de la feria sin llenar el estómago como es debido en los archiconocidos puestos gastronómicos. Las salchichas de Las Mercedes siguen acumulando decenas de palentinos que, en ocasiones, solo van para disfrutar de un buen manjar. Y la palentina Churrería El Mara sigue dando el toque dulce a las fiestas con sus postres.

Es la cara más amable de estos días, la de la ilusión y diversión. Los que lleguen con el dinero justo al final de las fiestas, que no se preocupen. El recinto ferial vivirá su segundo Día del niño este domingo. Aunque, por si acaso, vayan cuanto antes, que ya asoman la patita las fiestas de Valladolid.