Cantera para la arena y los tendidos de la plaza

O. H.
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Decenas de chavales toman parte en la primera de las dos sesiones de toreo de salón que impartieron Juan Cantora y El Millonario con alumnos palentinos de las escuelas taurinas

«Y ahora tomas la muleta así y la deslizas de esta forma», le explicaba ayer Juan Cantora, sobre el albero, a uno de los chavales que se acercaron al coso de Campos Góticos para ver los toros de la tarde, pero también para hacer sus pinitos con el paño. «Así, pero con un poco más de arte», le corregía a otro más tieso que un ajo.

Decenas de niños y adolescentes se dieron cita al mediodía en el albero para tomar parte de la primera de las dos sesiones de toreo de salón que impartieron Juan Cantora, Roberto Antolín El Millonario y varios de los alumnos palentinos de las escuelas taurinas: Omar y Diego González y Víctor, Juan y Guillermo Alonso. Ellos fueron los encargados de dirigir y mostrar lo básico en esto del toreo a quien se acercó. «En general son niños, pero también estamos abiertos a personas mayores», reconocía Cantora.  

Niños para los que jugar a toros y toreros no es lo habitual como antaño, pero que en el momento en el que tomaron el capote y la muleta encendieron el interruptor. Alguno con más problemas que otros. «Coge este capote, que con ese tan pesado no puedes», le decía a un pequeño uno de los alumnos de la escuela. «¿Hacemos una talavantina?», se cuestionaban entre dos alumnos.

«Vamos a ver si el niño se hace torero y nos saca de pobres», decía una abuela, trayendo al presente aquellos años en los que los toreros, los buenos toreros, eran como ahora los futbolistas, con cuartos para retirar a su familia. Por de pronto, ayer lo que hubo fueron muchas fotos, como un recuerdo del día en el que cogieron los trastos... o quizá de la primera vez de muchas que lo harán.

Hoy volverá a haber otra sesión de toreo de salón tras el sorteo de los toros. Y si no sirve para que de Palencia salgan más matadores o novilleros, al menos que sea para que se mantenga la afición y haya cantera, en la arena, pero también en las gradas.