Pérez Ibáñez: «El PSOE condenó a las cuencas a la miseria»

Rubén Abad
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El portavoz del PP en Velilla del Río Carrión culpa al Partido Socialista de «ahondar, aún más, en la despoblación, al ser incapaz de dotar de alternativas a esos territorios»

Pérez Ibáñez: «El PSOE condenó a las cuencas a la miseria»

El portavoz del Partido Popular en Velilla del Río Carrión, Gonzalo Pérez Ibáñez,  culpa al Partido Socialista en general y al presidente de Gobierno en particular, de «haber firmado la defunción del sector minero, condenando a las cuencas a la miseria y ahondando, aún más, en la despoblación, al ser incapaz de dotar de alternativas a esos territorios». Un Ejecutivo que, según recuerda el edil popular, «apuesta por lo verde y que con Zapatero puso fecha de caducidad al carbón».


Críticas que también dirige hacia el expresidente de ACOM-España y actual presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, de «estar más pendiente de su proyección política que de defender los intereses de las cuencas mineras». Unas comarcas a las que, según Pérez Ibáñez, «se las ha condenado a una situación de desamparo y abandono originando un caos económico y de despoblación preocupantes».


De igual forma, acusa a la «mayor parte» de los alcaldes socialistas que gobiernan estos territorios de «acabar»con la minería al «plegarse a los intereses de su partido», lo que ha contribuido, a juicio del edil popular, «al desmantelamiento del sector y de una actividad económica que durante más de cien años ha sido uno de los motores del desarrollo económico e industrial de este país».


CIERRE DE LA TÉRMICA

Sobre el cierre de la central térmica y la reciente voladura de la torre de refrigeración, el portavoz popular en el Ayuntamiento de Velilla afirma que «nunca» ha entendido la postura del Gobierno central de autorizar a Iberdrola la desconexión de la planta. «Son ellos [La Moncloa] los que tienen que definir la política energética de un país», insiste.


Como muestra, en mayo de 2019, cuando aún gobernaba el PPen Velilla, se trasladaron al Ministerio una serie de alegaciones contra el cierre. En la primera de ellas se reclamaba que las instalaciones fueran cedidas al Ayuntamiento, «en compensación de los daños ocasionados a las arcas municipales», y así poder disponer de terrenos para la implantación de otros proyectos empresariales.


«No entendemos cómo un sector que  ha aportado y cubierto hasta el 30% de la demanda energética, como sostén en los precios de la energía, se le haya estigmatizado de esta manera», concluye Pérez Ibáñez.