Un oasis tras el confinamiento

David Herrero (ICAL)
-

El establecimiento al aire libre La Isla Bonita, de Dueñas, ofrece un ambiente chill out para desconectar

Un oasis tras el confinamiento

Relajación al aire libre y con música en directo. Una serie de ingredientes que sumados a un buen servicio de bebida y comida, convierten a La Isla Bonita, de Dueñas, en el oasis perfecto tras el confinamiento y actual situación provocada por el Covid-19. El recinto verde, conformado por palmeras y una pequeña piscina, se enmarca dentro del restaurante La Pradera, a un paso de la capital palentina, donde poder evadirse y tomar un respiro.

Y de tal palo, tal astilla, la aventura de la Isla Bonita evoluciona a los Miércoles Bonitos, a través de una iniciativa que aúna todo lo anterior, junto con la música en directo del dj Héctor Calderón y las fotografías de Fotokolg Studios a todos los asistentes, para emplazarse en la tranquilidad de uno de los días del ecuador de cada semana. La alternativa ha comenzado a rodar para «convertirse en una experiencia espectacular y mágica marcada semanalmente en el calendario», destaca en declaraciones a la Agencia Ical la responsable del establecimiento, Andrea Bruiz.

Para contextualizar, Bruiz explica que las instalaciones siempre han existido, al pertenecer al conjunto del restaurante La Pradera, pero «no se habían llevado en la línea actual». La responsable, que trabaja como fotógrafa, ha sufrido el aplazamiento de todos los encargos y reportajes de boda, motivo por el que su tía, la dueña del restaurante, la propuso poner en marcha el chiringuito. Una opción basada en la pretensión de sacar partido a un espacio desaprovechado tras el encierro del confinamiento y, en consonancia, con el buen tiempo del verano.

Un oasis tras el confinamientoUn oasis tras el confinamientoDetalla que «el sitio está muy bien y que la encanta estar con los clientes», a partir de una alternativa que «se va a prolongar tres meses o hasta que el tiempo lo permita». En ese sentido, aclara que el nombre nace «sobre la marcha», de la mano de una idea familiar que «pretendía ofrecer una opción distinta y fresca a todo lo que existe hasta la fecha».

Bruiz adelanta que para las próximas semanas tienen en mente celebrar otras actuaciones y conciertos en directo, enmarcados en los viernes y sábados. Aunque todavía no puede anunciar nada claro, reconoce que no habrá una única línea, ya que tendrán cabida días más electrónicos con otros más relajados, con grupos de música que discurrirá desde el Jazz hasta el Pop.

comida y seguridad. T ras el confinamiento, «apetece reunirse con los amigos y disfrutar del buen beber, del buen comer y del campo», sentencia Andrea Bruiz. Argumento que responde a las consumiciones de calidad, tanto copas y combinados, además de bebidas sin alcohol. No es lo único, al añadirse la posibilidad de hamburguesas caseras, alejadas de la comida rápida y ultraprocesada. No obstante, para cenar cualquier día es necesario reservar, relata.

En relación a la entrada al recinto, explica que el aforo se compone de 225 personas, pero solo se puede utilizar el 80 por ciento, razón por la que la capacidad desciende hasta los 175 clientes. Tal es así que la gente «siempre debe de estar sentada y realizar una reserva de mesa», en el caso de los Miércoles Bonitos. Aunque las instalaciones poseen piscina, traslada que tiene fines decorativos para evitar problemas a causa de la situación actual.

Por otro lado, las medidas de seguridad se basan en la obligatoriedad de entrar con mascarilla, usar gel hidroalcohólico y limpiarse el calzado en un felpudo con lejía. Además, los camareros atienden en mesa para evitar aglomeraciones en la barra, comenta.

De esa forma, la responsable pidió a todos sus clientes que «se conciencien» de las normas para salvaguardar la salud de todos, de la mano de «un nuevo concepto de fiesta que es mucho mejor que volver al confinamiento domiciliario». Razón por la que recalcó el uso de la mascarilla y el cumplimiento de las distancias, apostilla Bruiz.