El grupo municipal de Ganemos ve imposible, salvo que se introduzcan cambios de peso, dar su apoyo al borrador de ordenanzas fiscales para 2022 presentado por el equipo de Gobierno del PP y Cs. «No hay ningún atisbo de justicia fiscal, al plantear una subida del 4% en los impuestos, tasas y precios públicos totalmente injusta ya que se da para toda clase de bolsillos», aseveró su portavoz, Sonia Ordóñez.

Para la edil, la propuesta fiscal «va en contra del artículo 31 de la propia Constitución, que dice que todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad».

«Hay que decir a la ciudadanía que sube el IBI, el rodaje, el ICIO (Impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras), el agua, los cursos de los centros sociales y del PMD... Este equipo de Gobierno demuestra de nuevo que son muy fuertes con los débiles y muy débiles con los poderosos», sostuvo Ordóñez.

Para enmendar esta situación, el grupo municipal presentó ayer sus primeras propuestas, entre ellas una subida del Impuesto de Bienes Inmuebles de hasta un 150% en el caso de viviendas vacías durante más de dos años sin causa justificada para grandes tenedores de más de 10 viviendas.

También subir el agua por encima de consumos de 45 metros cúbicos, «que es la media de los hogares»; bonificar el 100% del ICIO para pequeñas obras de accesibilidad en viviendas por cambio de bañera por plato de ducha para importes máximos de 3.000 euros; eliminar la tasa de expedición de volantes y certificados de empadronamiento; considerar la reducción del bono de autobuses para personas con discapacidad psíquica también, el incremento de un 10% del rodaje para vehículos de más de 20 caballos de vapor fiscales; y gravar en un 40% más los cajeros automáticos y las antenas de telefonía móvil.

terrazas. Respecto a la ampliación de terrazas, Ganemos considera que «ha llegado el momento de volver a la normalidad y de retirar esta medida que se aplicó para favorecer a la hostelería, ya que era excepcional».

«Ahora que parece que la pandemia está en sus últimas horas, debemos recuperar el espacio público para las personas, ya que se han colocado terrazas hasta en jardines públicos. Consideramos que su mantenimiento es una privatización del espacio público que debe volver a ser de la ciudadanía en su conjunto», aseveró Rodrigo San Martín, de la plataforma ciudadana.