El Destino Palencia sufría un mal lunes en el regreso a la rutina semanal previa al duelo ante el Almansa y después de la derrota del pasado viernes en tierras alicantinas, la cuarta consecutiva, que le deja ya con escasas opciones de clasificarse para las series eliminatorias del play-off.

El positivo por covid-19 de un contacto cercano a uno de los jugadores levantaba las alarmas y les llevaba a sus hogares, a la espera de que ese integrante de la plantilla recibiera el resultado del necesario test PCR al que debía someterse para descartar el contagio y poder reanudar los entrenamientos.

El plantel morado se encuentra a la espera de que se produzca ese hecho. En caso contrario, mientras el afectado debería continuar la obligatoria cuarentena por la enfermedad, sus compañeros (a su vez contactos estrechos del primer afectado), tendrían que someterse a los preceptivos tests PCR.

Tal y como establece el protocolo de la Federación Española de Baloncesto, si se producen dos positivos en una plantilla de un equipo de la LEB Oro su siguiente partido tendría que ser aplazado. 

De momento, el Destino Palencia se encuentra a la espera de conocer el resultado del PCR al que debe someterse el jugador cuyo contacto estrecho ha dado positivo.