Choque de contrastes y alegrías entre los titulados universitarios de Castilla y León. Mientras que por una parte los egresados autonómicos se encuentran entre los mejor pagados del país y seis de cada diez ingresan más de 1.500 euros mensuales, por otro, solo el cuarenta por ciento decide quedarse a trabajar en la Comunidad y el sesenta por ciento opta por irse fuera en busca de oportunidades. Una de cal y otra de arena que revelan la buena salud de los titulados en las nueve universidades autonómicas (cuatro de titularidad pública y cinco privadas). Estas son algunas de las conclusiones que se extraen del informe ‘Las universidades españolas. Una perspectiva autonómica 2020’ elaborado por la Fundación CYD (Conocimiento y Desarrollo), donde se destaca que el sistema universitario de Castilla y León es el quinto más importante cuantitativamente de España. El documento presentado recientemente desgrana los resultados de inserción laboral y situación económica de los egresados en grados en el año 2014 y que actualmente están trabajando. Una radiografía que deja en buen lugar a los titulados autonómicos, y los sitúa como los quintos del país que mejores retribuciones perciben por su trabajo. Así, el 58,6 por ciento de los egresados empleados cobran más de 1.500 euros al mes, un porcentaje solo superado por las cuatro grandes potencias del país: Navarra (63,7%), PaísVasco (62,1%),Cataluña (60,4%) y Madrid (59,2%). Una posición que desciende dos puestos en el caso de aquellos egresados que perciben más de 2.000 euros al mes.

Los autores del informes reconocen, por otra parte, una de las grandes debilidades que evidencia el documento: la escasa atracción que logra ejercer la Comunidad para sus estudiantes. «Atendiendo a la información más reciente de inserción laboral, Castilla y León destaca por ser la segunda comunidad autónoma con menos proporción de titulados en sus universidades trabajando en la propia región», explican, al tiempo que cifran en solo el 39 por ciento la cifra de universitarios graduados en Castilla y León que se quedan a trabajar en la Comunidad. La conocida y temida ‘fuga de cerebros’ vuelven a emerger como uno de los problemas crónicos que presenta la región, que ve como seis de cada diez titulados abandonan la autonomía en busca de más y mejores oportunidades laborales.

No obstante, desde la Fundación CYD ponen en valor otros «aspectos positivos» de la Comunidad y destacan que «es la tercera con un mayor porcentaje de asalariados indefinidos entre sus titulados recientes de grado, y está entre las cinco regiones con mejor encaje, en el sentido de mayor proporción de titulados trabajando en puestos de alta cualificación o en puestos para los que se necesita titulación universitaria o en su propia área de estudios o una relacionada». Por otra parte, llama la atención el escaso número de egresados que opta por emprender, y solo el 6,6 por ciento trabaja por cuenta propia, la cuarta peor cifra del país, solo por delante de Navarra, Asturias y La Rioja.

Poco interés científico.

La importancia de las carreras científicas, las conocidas comoSTEM por sus siglas en ingles (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) sigue sin encontrar tirón entre las universidades y los alumnos de la Comunidad y los continuos llamamientos de expertos y educadores para fomentar este tipo de carreras no termina de cuajar enCastilla y León.

Tal es así que solo el 16,8 por ciento del total de los titulados lo hace por alguna de estas ramas de estudio, la  tercera cifra más baja del país, solo por delante de Baleares y Murcia. «La proporción que las mujeres significan entre los egresados de este tipo de carreras enCastilla y León es la tercera más elevada de España», matizan en el informe.

Escasa producción.

Otro de los puntos negros que pone en evidencia el informe es la escasa pujanza autonómica en publicaciones científicas. «No destaca el sistema universitario castellano y leonés en los indicadores de publicaciones, ocupando una de las tres últimas posiciones en la ratio entre publicaciones y personal docente e investigador», en concreto la segunda más baja solo por delante de Extremadura, apuntan los autores, al tiempo que también revelan la debilidad «en el porcentaje de documentos publicados en revistas del primer cuartil de su campo por nivel de impacto o en el porcentaje de publicaciones lideradas de excelencia».

A pesar de esto, si que es cierto que el sistema universitario de Castilla y León es uno de las mejores a nivel nacional en cuanto a solicitudes de patentes nacionales, ocupando la sexta plaza. «En Castilla y León estamos convencidos de que las universidades son una pieza clave para el desarrollo social y económico que tanto demandamos para esta nueva era de riesgos, pero también de oportunidades», reconoce la consejera de Educación, RocíoLucas.