La mirada de ALPE a los más olvidados de la tierra

DP
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El claustro de la seo acoge una exposición de esmaltes de la religiosa Jesuitina inspirados en las vidas de pobres y enfermos con los que la artista ha convivido durante muchos años

La mirada de ALPE a los más olvidados de la tierra - Foto: Óscar Navarro

Bajo el título Los preferidos en mi Reino, la religiosa Jesuitina María Cruz Báscones ALPE, de 85 años, expone una colección de esmaltes que dedica al Papa Francisco y «a todos los más olvidadados de esta tierra» para recordarles que «no están solos». Con esta muestra,  que hasta el 30 de noviembre puede visitarse en el claustro de la catedral en el marco del VII Centenario de la colocación de la seo gótica, ALPE quiere agradecer al Señor «la oportunidad que Él me ha dado de vivir con los más pobres de este mundo».

«A través de los años he conocido sus vidas», explica Báscones, quien añade que en la cárcel -ha sido voluntaria durante más de 30 años en el penal de Martutene (San Sebastián), los presos, a través de sus expresiones artísticas, llenas de emoción y sentimiento, me han hablado de sus anhelos y dificultades, de su tristeza, pero también muchos de ellos de la esperanza en su búsqueda de Dios».

«Los hijos de la noche, refugiados en las  casas de acogida me han dado testimonio  de su especial sufrimiento, pero además de su lucidez para ver y apreciar la alegría en todo en cuanto es pequeño en apariencia, pero grande para quien nada tiene», señala la religiosa. 

«Todos ellos, sin excepción, están recogidos en la exposición. Ellos,  los preferidos del Padre y a quienes siento mis hermanos, sé que Él los cuida siempre como hijos suyos que son y los sentará a su mesa en el Reino prometido».

Con esta exposición, ALPE quiere contribuir a expresar que la catedral, como iglesia madre que es para todos los palentinos, debe ser  casa común y acogedora para todos, pero sobre todo para los más pobres.

Báscones es también la autora de Apocalipsis (80 cuadros), Magnificat (30),  Bienaventuranzas (10), Obras de misericordia, Nueva humanidad  (40), Yahvé,  el dios de los pobres (30) y va a empezar pronto Los profetas. «Es lo más bonito que tengo,  sentarme y el espíritu de Dios me ilumina,  porque no soy teóloga ni nada», afirma.

prestar atención. El obispo, Manuel Herrero, que participó en la inauguración de Los preferidos en mi Reino, recordó que es la segunda exposición enmarcada en el VII Centenario de la catedral, tras Lumen Jesu, de José Ramón Sánchez, y a la que sumará la de Ignacio Sobrino. «Esos preferidos son los más pobres, de antes y ahora (parados, drogadictos, emigrantes, exiliados, aparte de los afectados por el volcán de La Palma-). También deben ser preferidos de Dios, de los cristianos, de todos los hombres, también de las instituciones, y que todos prestemos atención a los más desfavorecidos, a los que el Papa llama los descartados de la sociedad», afirmó, para añadir a renglón seguido que «la visita merece la pena,  no solo por lo que refleja, el arte que encierra. Se ve el diálogo con la fe, de la pintora y de toda la Iglesia y,  sin duda alguna, el anhelo de la humanidad de que ese deseo de igualdad, libertad y fraternidad se cumpla».

El delegado diocesano de Patrimonio Cultural y  Artístico, José Luis Calvo, explicó sobre la exposición de María Cruz Báscones, en cerámica vitrificada, que se  organiza en tres apartados -drogadictos, ancianos y  refugiados- y es que en este VII Centenario de la catedral «no solo queremos mirar hacia atrás y contemplar las bellísimas piedras de la seo, sino que tenemos que abrir nuestros ojos a las realidades presentes, y como la catedral es la iglesia madre, sea  acogedora para con todos, pero especialmente los más desfavorecidos». Calvo destacó la «importancia de lo símbolos, los colores y,  sobre todo, el mensaje, que es la  solidaridad, que todos queremos estar junto a ellos».  «No es una exposición como otras», subrayó, y es que «nace de la experiencia propia, de más de 50 años visitando a pobres en las cárceles de Martutene y a pobres en la chabolas, en San Sebastián». «A sus 85 años sigue siendo joven y transmitiendo esperanza», aseguró.

María Cruz Báscones nació en Oteros de Boedo, pero su infancia transcurrió en Báscones de Ojeda hasta que ingresó en la Congregación de las Hijas de Jesús (Jesuitinas). Ha realizado exposiciones en Bilbao, San Sebastián, Madrid, Santander, Burgos, León y Palencia,  así como en  Tolosa, Azpeitia, Portugalete, Torrelavega, Aguilar de Campoo, Paredes de Nava y Herrera de Pisuerga. Sus obras están repartidas por Japón, Chile, Argentina, Bolivia, Filipinas o Italia, pero el grueso está depositado y expuesto en el Obispado y en la casa sacerdotal de Palencia.

Palencia acogió en 2008 su colección Cantar de los cantares y en 2015 Anunciando el Reino de Dios. En el mismo año participó en la exposición Huellas y Moradas, realizada en la capilla de San Bernardo de Palencia con motivo del V centenario de la santa andariega, escritora, reformadora y fundadora, Santa Teresa. Con motivo del VII Centenario de la catedral, María Cruz Báscones vuelve a exponer en el claustro de la seo palentina, esta vez bajo el título Los preferidos de mi Reino, dedicado al Santo Padre Francisco. Una muestra con la que la artista quiere poner en valor la catedral como iglesia madre para todos los palentinos y casa que acoge a los más pobres, y en cuyos grabados refleja las vidas de presos, enfermos y pobres, con los que ha convivido y que son su fuente de inspiración vital y artística.