¡Alerta! Nieve

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Conducir con la carretera cubierta de copos entraña una serie de peligros que se pueden minimizar si se siguen unas pautas básicas

¡Alerta! Nieve

El mal tiempo es un factor de riesgo en la carretera. Conducir bajo una fuerte lluvia, soportar las rachas de viento cuando Eolo sopla fuerte, desplazarse cuando el terreno puede estar resbaladizo o con placas de hielo son situaciones complicadas al volante que se pueden dar en invierno. La nieve, tan blanca y tan peligrosa sobre el asfalto, es otro fenómeno meteorológico que puede jugar una mala pasada si no se toman las debidas precauciones antes de salir de casa. Por eso, siempre es mejor prevenir que lamentar luego las consecuencias.

Cuando la carretera está cubierta de nieve, los neumáticos pierden adherencia al asfalto, por eso las recomendaciones siempre parten de evitar circular en la medida de lo posible. Si no hay otra opción que ponerse en ruta, hay que planear bien el trayecto y estar siempre preparado para alguna eventual sorpresa y, así, evitar accidentes y garantizar la seguridad.

Las ruedas son claves en estos traslados. Son el único punto de contacto entre la vía y el vehículo, por ello deberán contar con la máxima profundidad del dibujo posible y no ser muy anchos. Compruebe su estado y presión siguiendo siempre las recomendaciones del fabricante y recuerde que existe una amplia gama de neumáticos de invierno pensados para circular por nieve, pero también para temperaturas bajas.

Otra de las principales medidas que puede tomar el conductor es la de disminuir velocidad y aumentar la distancia de seguridad, sobre todo por la mañana, ya que puede haberse formado hielo, dificultando aún más la adherencia de los neumáticos en el asfalto.

Arranque suave. El coche diésel se pone en marcha en primera y sin acelerar. En el vehículo de gasolina se acelera un poco y se suelta el embrague lentamente.

Con el terrero resbaladizo y en ciertos casos incluso con placas de hielo, el mayor desafío que se plantea es el de frenar. En este momento es importante la retención del motor (levantar el pie del acelerador) junto con una frenada suave para no perder el control del vehículo. No obstante, en caso de una parada de emergencia o que el coche patine, habrá que pisar el pedal de freno con fuerza aunque este rebote. El objetivo es que conducir de forma regular para usar el freno lo menos posible. Las pastillas de freno pueden perder eficacia con la humedad así que también conviene comprobar de vez en cuando su correcto funcionamiento presionando el pedal del freno con un suave toque, siempre que las condiciones de la vía y la circulación lo permitan.

En cuanto a las lunas del vehículo, si se coge a primera hora de la mañana es imprescindible retirar bien el hielo de las lunas antes de comenzar la marcha y no dejar puntos ciegos.

La preparación del coche es imprescindible, pero también lo es estar preparado para saber reaccionar en carretera. Hay ciertas normas que hay que aplicar en caso de nevada intensa y que hay que recordar, como que antes de que se inicie la precipitación, las máquinas quitanieves realizan un tratamiento preventivo con fundentes.

Una vez que la nevada ha comenzado y que los copos ya están cuajando sobre el asfalto, hay que facilitar siempre el paso y maniobra de las máquinas quitanieves. Estos instrumentos son la mejor garantía para mantener la calzada en perfectas condiciones.

En caso de que no pueda continuar el viaje, no se debe abandones nunca el vehículo en la calzada. Lo recomendable sería buscar un área de detención momentánea o un área de servicio y avisar al Centro de Operaciones desde un poste SOS o a través del Centro de Atención al Cliente 902 200 320.