Castrovido entra en la fase de remates antes de su llenado

F. Trespaderne
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En la presa falta implantar el Plan de Emergencia y cerramiento del desvío del río para comenzar las pruebas de carga y llenado. En 2020, se ejecutarán 400.000 euros de los 230,83 millones del presupuesto vigente

Castrovido entra en la fase de remates antes de su llenado - Foto: F2 Estudio Rebeca Ruiz

Unos 400.000 euros, de un presupuesto de 230,83 millones, es la cantidad que queda para invertir este año en los remates de las obras de la presa de Castrovido, según los datos que maneja la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), organismo que espera comenzar en 2020 las pruebas de llenado progresivo de una infraestructura largamente demandada en la comarca y que permitirá, además de regular las avenidas del río Arlanza, otros usos como el riego y el abastecimiento a los municipios de la cuenca baja.


Por lo que respecta a la obra civil del cuerpo de la presa principal «está prácticamente finalizada», apuntan desde la CHD, a la vez que señalan que en la actualidad se está trabajando en varias instalaciones de diverso tipo del cuerpo principal del embalse y que son las que necesita una infraestructura de estas características para su correcto funcionamiento. En concreto se trabaja en la centralización de la auscultación y toma de datos, comunicaciones, vigilancia y colocación de los equipos del plan de emergencia del embalse.


En relación a estos equipos del plan de emergencia ya se han montado las cuatro torres con sirenas de aviso a la población en las localidades próximas de Terrazas (coronación de la presa), Castrovido, Salas de los Infantes y La Revilla.


Además de las labores de remate en el cierre del embalse, la empresa constructora (FCC Construcciones) también está realizando diversos trabajos en la presa de cola, en la zona conocida como Los Vados, donde se están levantando los muros de hormigón de la bóveda de cierre y también se ha comenzado a realizar la acometida eléctrica. En relación a los trabajos que quedan pendientes para los próximos meses, desde la CHD apuntan que está pendiente la ejecución de diversas instalaciones eléctricas, los equipos de desagües y las reforestaciones contempladas en el proyecto de ejecución de las obras, así como las obras de acondicionamiento final de los accesos al embalses y a las propias obras.


Hasta el pasado mes de noviembre, y desde que se adjudicaron las obras en 2003 (el 23 de febrero se ponía la primera piedra), aseguran desde el organismo de cuenca que se han realizado obras por un importe total de 230,43 millones, de un presupuesto actualizado y vigente que asciende tras varios modificados a 230,83, muy lejos de los 75,8 iniciales, quedando por lo tanto un importe de aproximadamente 400.000 euros para este añop, que tiene que ser el de inicio de las pruebas de carga y del proceso progresivo de llenado.


Una vez que se finalicen las instalaciones pendientes en la presa principal, es decir implantar el Plan de Emergencia y el cerramiento del desvío provisional del río, «se podrá comenzar ese primer llenado, siguiendo un programa de puesta en carga que definirá una serie de escalones de llenado y vaciado parciales en los que se irá verificando el correcto comportamiento de la presa, sus instalaciones y del propio embalse hasta llegar al llenado completo», apuntan desde la CHD, sin especificar una fecha concreta para dar por finalizado todo el proyecto de construcción de una infraestructura que comenzó a gestarse en los años setenta del siglo pasado y que ha sido una reivindicación histórica de todos los pueblos de la cuenca baja del río.


Por lo que respecta a la ejecución de estos últimos trabajos, desde la Confederación Hidrográfica del Duero señalan que debido a que durante el otoño pasado se han registrado más lluvias de lo habitual y con altas temperaturas tras precipitaciones en forma de nieve, «el caudal del Arlanza ha crecido impidiendo las labores de cierre del desvío provisional de la presa principal y de la presa de cola», actuaciones en las que continúan trabajando en estos primeros meses del año y al ritmo que permitan las condiciones meteorológicas.