Paisajes a vista de dron

A. Benito
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Quería ser piloto, pero finalmente descubrió que lo suyo era la biología. Con el paso del tiempo, el barruelano Óliver del Nozal ha conseguido unir sus dos grandes pasiones. Tiene un canal en Youtube y desde hace cinco años trabaja en el CIM

Paisajes a vista de dron

1. Centro de Interpretación de la Minería.  «Es uno de mis rincones favoritos, no solo por ser el lugar en el que trabajo, sino porque creo que aporta mucho a la zona y está dedicado a un sector que tuvo mucho peso en nuestra economía y en nuestra sociedad. Fue uno de los primeros centros de interpretación de España y hemos conseguido cumplir veinte años, algo que no es fácil en estos tiempos. Son muchos los espacios de este tipo que han surgido en los últimos años y han acabado por desaparecer. Así que, sin duda, el primer puesto es para el CIM».


2.Reserva Bison Bonasus. «Los bisontes estuvieron a punto de extinguirse, pero gracias a la cría en cautividad se ha conseguido mantener la especie. En este caso, me sale la vena bióloga, pero es que, además, en San Cebrián de Mudá están realizando un trabajo excelente en este sentido. El proyecto atrae a un gran número de turistas y genera puestos de trabajo».


3.Patrimonio Industrial de la Cuenca del Rubagón.  «Desde mi punto de vista, no se le da la importancia que merece y corre el riesgo de desaparecer. Deberíamos hacer todo lo posible por proteger lugares como la colonia obrera de Vallejo, el canal de Orbó o los pozos Calero y Rafael. Podrían ser una interesante fuente de turismo».


4.Valdecebollas.  «La verdad es que no soy muy montañero y este es uno de los pocos picos a los que he subido en múltiples ocasiones. Me encanta. Las vistas de la Montaña Palentina son espectaculares, así como los circos glaciares, las cascadas de hielo o los mares de nubes de los que se puede disfrutar desde ahí arriba. Además, es una montaña muy accesible, apta para todo tipo de personas».


5.Puente del Rojadillo. «No sé explicar con palabras por qué me gusta tanto este rincón. Lo veo como un remanso de paz. La ruta es súper sencilla y esa imagen del río corriendo por encima de las rocas, esos sonidos, el entorno del bosque y el propio puente me parecen idílicos. Es un sitio que no podía faltar en este listado».


6.Tejeda de Tosande.  «Simplemente, me parece brutal. Habitualmente, los tejos aparecen aislados, pero en Tosande hay decenas de ejemplares. Me encanta ir en los meses de primavera y en invierno, cuando no hay mucha gente, porque lo cierto es que este enclave se está masificando. Todo el valle es espectacular y, además, se pueden encontrar muchos rastros de fauna. Cuando llegas arriba, a pesar de que la subida es dura, la vista compensa totalmente. A mi juicio, es un lugar con un encanto especial».


7.Geoparque Mundial Unesco Las Loras.  «Tener un lugar como Las Tuerces al lado de casa, no tiene precio, pero también es increíble el entorno de Covalagua. Recomiendo ir cuando ha llovido para disfrutar al máximo de esta zona. También son increíbles las vistas desde el Mirador de Valcabado y, por supuesto, la Cueva de los Franceses, donde tuve la suerte de trabajar como guía durante tres años».


8.Ribero Pintado.  «Descubrí este sitio hace poco. Me perdía cada vez que intentaba ir. Ahora voy muy a menudo para disfrutar de un lugar cuya imagen cambia en función del agua y de la luz. Creo que es un sitio de obligada visita, un rincón muy especial. Además, está ubicado en una zona cada vez más castigada por la despoblación, por eso recomiendo ir a contemplar los bellos colores del Ribero Pintado, pero también parar en los bares y restaurantes de la zona».


9.Villa Romana La Olmeda.  «Llevo a La Olmeda a todo el que viene. Me parece increíble que tengamos esos pedazos de mosaicos en nuestra provincia. Conozco el yacimiento casi desde el principio. Me gusta la intervención que se ha llevado a cabo en él para protegerlo y promocionarlo. También toda la oferta que se ha generado a su alrededor y cómo se ha proyectado turísticamente este recurso».


10.Valle de Valdelahaya.   «Me gusta por dos motivos. En primer lugar, por los restos mineros que atesora la zona, infraestructuras que fueron muy importantes en su momento. Por otro lado, como biólogo me llama mucho la atención el hecho de que abunde la sabina albar, una especie vegetal propia de los climas mediterráneos. Me encanta esa panorámica integrada por rocas calizas, árboles y restos mineros; la verdad es que se trata de una imagen muy chula».