La ganadería afronta una situación crítica y «sin solución»

P. Velasco
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Los profesionales están «muy preocupados» por el futuro de sus explotaciones, ya que los precios de los productos siguen cayendo y existen problemas de comercialización

Un rebaño de ovejas pastando durante el estado de alarma en la provincia vallisoletana. - Foto: Miriam Chacón (Ical)

«El problema se está agudizando y de momento todo son borradores pero no hay soluciones». Esas son las palabras que transmite Lourdes, una ganadera palentina que padece las consecuencias de la crisis sanitaria que atraviesa España por el coronavirus y por la que se ha quedado sin salida para los lechazos que antes vendía a la restauración y hostelería, cerrada desde la declaración del estado de alarma el pasado 15 de marzo.

El sector ganadero es uno de los más afectados por esta crisis, principalmente en el caso de algunos productos determinados como el lechazo, el cabrito, el cochinillo y el vacuno, algo que también afecta al ovino y el caprino en los lácteos. Estos profesionales están padeciendo una pérdida de ingresos sustancial ante la falta de canales para vender sus productos y la caída de precios, por lo que piden soluciones a las administraciones públicas, aunque como reiteran estas «nos acaban de llegar» después de un mes de confinamiento.

Desde la Consejería de Agricultura señalan que esta situación perjudica a 320.000 cabezas en esta época del año, de las que 250.000 son lechazos de 5.000 explotaciones, 65.000 cochinillos de 800 granjas y 5.000 cabritos de 500. De momento, el Ministerio de Agricultura ha anunciado diez millones de euros en ayudas para compensar a los ganaderos de ovino y caprino y ha elaborado un nuvo borrador del real decreto tras las recomendaciones aportadas por las organizaciones agrarias profesionales.

A esta se suman otras medidas como la puesta en marcha de una plataforma que se denomine ‘Campo de Encuentro’ para poner en común a los agricultores, ganaderos, cooperativas y a la industria con la distribución para vender directamente los productos agroalimentarios de Castilla y León.

Sin embargo, los ganaderos critican que de momento no han recibido dichas ayudas. «Todo son borradores y no se facilita nada hasta que se publique el real decreto», denuncia Lourdes, que se enfrenta a un mercado paralizado y tiene que cumplir con una persona contratada que la ayuda en la explotación. «Esto es seguir trabajando, porque a los animales hay que alimentarles y no ver el beneficio», indica.

Precios.

El zamorano Pedro Fernández afirma también que la situación «sigue empeorando», aunque de momento su explotación sigue vendiendo los animales a un matadero cercano, aunque con precios mucho más bajos que los normales, «a 30 euros escasos». «Pero es que esto no es desenchufar la luz. Hay que vender o matar o hacer lo que sea», asegura, mientras espera «expectante» en qué consistiran las ayudas.

Feliciano del Río, ganadero de ovino palentino, ve que la situación cada vez va «a peor». «En esta época del año es el pico de mayor producción de lechazo y hay más demanda con las comuniones y otras celebraciones», añade ante una situación para la que no ve «solución».

Tampoco son muy optimistas desde la opas. Jesús Manuel González Palacín (UCCL) reconoce que la preocupación es «máxima» porque «los precios están cayendo en picado» y hay problemas de comercialización. Una opinión compartida por otros compañeros como Donaciano Dujo (Asaja), que recuerda que se han pedido que se habiliten medidas de almacenamiento para que se den ayudas al sector y campañas de promoción para animar al consumo, mientras que Aurelio González (UPA) asegura que los ganaderos que pertenecen a cooperativas están «teniendo menos problemas» que los que venden por cuenta propia.