1. Ampudia.«Mi pueblo, todo lo que diga de él es poco. Creo que, de por sí, es un lugar especial, pero para mí lo es aún más. En Ampudia están mi familia, mis amigos, mi infancia y todo lo que me queda por vivir y compartir con él. La majestuosa torre de la colegiata, con más de sesenta metros de altura, o su imponente castillo del sigo XV, son solo algunos de sus atractivos. Me gustaría animar a los vecinos de la provincia y de fuera de ella a que descubran sus calles con soportales, su gente, su campo y toda la historia que le rodea. Sin duda, el lugar con más significado para mí».
2. Monasterio de la Virgen de Alconada. «Situado a unos tres kilómetros de Ampudia, este santuario y su pradera conforman un lugar donde siempre encuentro paz y tranquilidad. A veces, cuando estoy allí, siento como si el tiempo se detuviera, y eso me sirve para reflexionar. La Virgen de Alconada, patrona de los ampudianos, significa mucho para mí, igual que para muchos vecinos de la zona».
3.Tierra de Campos. «Es una comarca de gran extensión donde las distancias son relativas: desde un punto alto, puedes verlo todo sin que nada te parezca cerca o lejos. Tierra de agricultores y ganaderos, es la esencia de Castilla, un enclave cuyo paisaje cambia de color en función del clima y dependiendo de la estación del año en la que nos encontremos».
4. Mirador de Autilla del Pino. «Es el mirador por excelencia de la Tierra de Campos. Desde él se puede contemplar todo el campo palentino y muchos de los pueblos que salpican la zona. Al final de nuestra vista, cerrando la llanura, vemos cómo se eleva la imponente Montaña Palentina. Es otro de mis lugares favoritos, un rincón en el que, a veces, cuando estoy en medio de un entrenamiento, me gusta detenerme para coger aire y disfrutar de las vistas».
5. Laguna de La Nava. «Esta laguna, también llamada Mar de Campos, es un interesante refugio de fauna y flora dentro de la Tierra de Campos. Ubicada cerca de la capital, con más de 300 hectáreas, alberga gran cantidad de aves que, en función de la época del año, acampan en la laguna o emprenden su viaje migratorio. El paso entre Fuentes de Nava y Mazariegos, siempre es especial».
6. Monte El Viejo. «Un precioso y conocido lugar de Palencia donde se puede disfrutar desde una merienda en familia, hasta un tranquilo y solitario paseo. En mi caso, es el sitio elegido para muchos de mis entrenamientos, porque me ofrece la posibilidad de encadenar varias vueltas al recorrido con sus correspondientes subidas. La verdad es que he hecho muchas series en el monte El Viejo (ríe). El acceso se puede realizar por la parte más cómoda, conocida como La Boquilla, o por otra algo más dura, El Caracol».
7. Montaña Palentina. «Otro lugar especial dentro de nuestra provincia. En la Montaña Palentina disfruto el doble del ciclismo, ya que su dureza se compensa con su paisaje, y eso hace que me sienta un privilegiado. La verdad es que las largas jornadas de entrenamiento en la zona norte siempre se pasan rápido».
8. Ruta de los pantanos. «Preciosa ruta situada en pleno corazón de la Montaña Palentina. Con unos cien kilómetro, la ruta completa permite vislumbrar la generosa estampa que nos ofrece la naturaleza. Me encanta pedalear al lado de colosos montañosos y bordear los grandes embalses que atraviesan la comarca».
9. Pico Murcia. «Se trata de una montaña especial para mí por la experiencia que viví hace unos años estando de ruta junto a unos amigos. Era pleno mes de mayo y estaba todo nevado. Salimos desde Cardaño y, a medida que fuimos ascendiendo, el paisaje se fue tiñendo cada vez más de blanco. Cuando apenas nos faltaban unos metros para llegar a la cima (2.352 metros) se desató una ventisca que hizo imposible hollar su cumbre. La visibilidad era totalmente nula, así que no nos quedó otro remedio que dar media vuelta. Sin duda, volveré en otra ocasión».
10. Mirador de Piedrasluengas. «Situado en el límite entre Cantabria y Palencia, este mirador nos ofrece una privilegiada y cercana vista de las montañas de nuestro alrededor, entre las que destacan una parte de la Cordillera Cantábrica y los Picos de Europa. Se pueden diferenciar varias cumbres y, además, nos sirve de balcón para asomarnos a los valles cántabros. Si tenemos la suerte de visitarlo en un día despejado, no olvidaremos nunca la instantánea».