Segundo día de protesta vecinal en Baltanás, localidad que ha visto rota su tranquilidad tras la okupación de un chalé por parte de una pareja con su hija de unos dos años y, por lo parece, va y viene gente. La manifestación de ayer, al igual que la del viernes y las hoy (las tres que están autorizadas) salen desde la plaza del Ayuntamiento hasta el chalé okupado, a cuya puerta se puede ver aparcado un coche de alta gama, algo que desconcierta a los vecinos. La manifestación  de ayer, según las fuentes consultadas, superó en asistentes a la del día anterior, hasta congregar a más de 400 personas.

Según los vecinos, mientras están frente al chalé, los okupas bajan las persianas, que suben cuando creen que se han ido. Ayer uno de los gritos más repetidos fue el de «fuera», y la consigna que abanderó la propuesta «la gente trabaja y paga su casa».

«El Ayuntamiento y los vecinos han denunciado la okupación de la vivienda que no tiene suministros de agua y electricidad», señala la alcaldesa de la localidad, María José de la Fuente, que recuerda que  «es el juez el que, con las pruebas, decrete el desahucio».

Los vecinos de Baltanás muestran su total rechazo a la okupación -desde hace unos 20 días-, hecho que les ha «enfadado» y «puesto de mal humor». «Ha alterado la vida de todos», concluyen.