Saltos por Palencia

Hugo Cancho
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Álvaro Fernández representa a FlowDrops, el grupo de parkour que practica el deporte de riesgo en la capital

Saltos por Palencia - Foto: Óscar Navarro


El parkour es un deporte que no todo el mundo conoce. Consiste en emplear la capacidad física de quien lo practica, conocidos como traceurs, para realizar saltos y piruetas utilizando los elementos de la ciudad como soporte. 


En la capital existen diferentes espacios para practicarlo, entre ellos el Parkour Park en el Ribera Sur. Los jóvenes se mueven también por el parque Isla Dos Aguas,  aprovechando el laberinto y las plataformas que se encuentran cerca del estanque. 


Es un deporte de riesgo, pero si se siguen los pasos para realizar los trucos es muy seguro y además mejora las capacidades físicas de los practicantes. «Los saltos requieren de esfuerzo, pero con el tiempo se adquiere soltura y se puede apreciar una evolución personal», comenta Álvaro Fernández, representante de FlowDrops. El grupo palentino practica el deporte en la capital y anima a los jóvenes a unirse a ellos. 


«Con el parkour me siento más libre. Es un deporte que se practica con amigos, pero  al fin y al cabo es individual porque busca la propia evolución. Te mejoras a ti mismo y te evades de tus problemas», reconoce Fernández. Aunque no todos comparten su opinión.

También hay quien critica este deporte y se queja de las prácticas acrobáticas en lugares públicos. «Muchas veces nos han llamado la atención e incluso han avisado a la Policía. No realizamos actos vandálicos, sólo queremos practicar el deporte que nos gusta», recalca el traceur.


Los palentinos han creado  una página web (www.flow-drops.webnode.es) donde aparecen vídeos de los miembros del equipo en los que muestran sus habilidades en las diferentes disciplinas que engloba el deporte, como el free running o el tricking. 

 

TÉCNICA. A priori el parkour puede parecer difícil de practicar e incluso peligroso, pero se debe seguir una serie de normas para conseguir la correcta elaboración de las piruetas. El gato, por ejemplo, consiste en saltar un muro apoyando las dos manos en él y pasando las piernas por encima. Es uno de los saltos más básicos con el que suelen iniciarse los traceurs. Otro puede ser el speed. Existe una división entre aquellos trucos que requieren de precisión (a los que llaman preci) y los que buscan el salto más largo, o longis.


Álvaro Fernández narra su propia historia en el inicio del parkour. «Empecé practicándolo gracias a vídeos de YouTube en los que te explican cómo se deben realizar los saltos. Poco a poco conseguí lograr los más básicos y conocí gente con la que salir a la calle a realizarlos», comenta el joven de 19 años. 


En este sentido, los traceurs recuerdan que este deporte no sólo explota las capacidades físicas, sino que también es un buen método para socializar. «Siempre intentamos ayudarnos entre nosotros. Corregimos los errores gracias a practicarlo juntos. Con el parkour se crean también grandes amistades», concluye Fernández.