Cualquier maniobra cuenta, y más cuando se trata de estar al frente de una de las dos Cámaras del Estado español. Lo sabe bien la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, que ayer reclamó que el Parlament vote a Iceta como parlamentario para que luego pueda presidir el Senado, y cargó contra ERC y Cs, a los que acusó de hacer «la misma pinza de siempre» contra el diálogo y la búsqueda de soluciones. 

En un acto de campaña del PSC de Barcelona, lamentó que estos dos partidos «rompen radicalmente el mínimo sentido institucional» al no garantizar los votos al líder de los socialistas catalanes, y recordó que republicanos y naranjas votaron a favor de sus respectivos candidatos a senadores por designación autonómica la última vez en el Parlament. 

Se refería Batet a la última votación que se produjo en la Cámara regional de senadores de designación autonómica, el 4 de mayo de 2018: los candidatos de todos los partidos -Cs, ERC, JxCat, PSC y comuns- salieron adelante con el apoyo de todos los grupos excepto las cuatro abstenciones de los diputados de la CUP. 

Así, reivindicó que el Parlament siempre ha votado a los senadores que le corresponde designar, por un mecanismo de cortesía parlamentaria, es decir, que los partidos no ponen obstáculos a los candidatos sean quienes sean, y lamentó que es «la primera vez» que hay problemas con un nombre. 

Por ello, exigió al conjunto de los grupos catalanes, y en especial a ERC y a Cs, que abandonen la actitud de «chantaje y mercadeo» y permitan que Iceta sea senador y presidente del Senado, algo que para la ministra sería una excelente noticia y una expresión de pluralismo y democracia.