Lavado de cara en los techos de la plaza y calle Mayor

J. Benito Iglesias
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La limpieza y pintado de las techumbres de las zonas porticadas suponen un gasto cercano a los 8.000 euros a través de una iniciativa de Vox, que incluye varias actuaciones en toda la capital

Lavado de cara en los techos de la plaza y calle Mayor - Foto: Óscar Navarro

Forman parte del Plan de Mantenimiento y Conservación de la Ciudad impulsado por Vox como condición para aprobar los presupuestos presentados por el equipo de Gobierno de Cs y PP y el ritmo y eficiencia de estas actuaciones ya se percibe. Primero fue un lavado de cara en la plaza Mayor y estos días le toca a la techumbre de la zona porticada en la calle Mayor.

«En esta arteria principal no solo se ha actuado en la parte blanca con limpieza y pintura de los techos, si no que se ha cambiado un color amarillo huevo por otro más llamativo y visual, un ocre que se conoce como visón. En la plaza Mayor, aunque no estaba presupuestado, se actuó también en la madera con un tratamiento anticarcoma, insectos y xilófagos, aplicado tres capas de barniz a poro abierto, con una duración de todo el trabajo de poco más de un mes», tal y como señaló el arquitecto Alberto González Moya, arquitecto contratado para la supervisión de distinta obras que se llevarán a cabo por toda la ciudad.

Entre  el material utilizado, los sueldos de los pintores oficiales de segunda y el alguiler de la máquina elevadora para realizar los trabajos de pintura de los techos y soportales en la plaza y calle Mayor -además de los bajantes, papeleras y bancos de fundición del parque del Salón -el gasto aproximado de la actuación se aproxima a unos 8.000 euros. También se han colocado en las techumbres unos pinchos que facilita Urbaser para que las palomas no causen daños en la zona porticada.

La portavoz de Vox, Sonia Lalanda, concretó que hay más actuaciones que ya se están llevando a cabo en la ciudad. «Se están reparando el acerado en el barrio del Cristo y la avenida de Derechos Humanos y realizado mejoras en el carril bici del río. Hay una memoria y un presupuesto con diversas obras. Mantenemos que la ciudad estaba abandonada y pedimos que se hiciera un refuerzo de mantenimiento. La Junta ofreció la posibilidad de contratar operarios para este tipo de trabajos y con ello se pueden redoblar esfuerzos», puntualizó.

altillos en la calle mayor. En los techos de la zona porticada de la calle Mayor figuran una especiesde trampillas de madera que se abren desde dentro de la viviendas. «Generalmente estas casas en la primera planta eran de propietarios de  comercios situados debajo. Se utilizaban como mirillas si alguien llamaba cuando estaban cerrados y ya era de noche. Entonces o se bajaba a abrir el establecimiento o se entregaba algún producto a través de una cuerda desde el altillo», tal y como el explica a DP Javier de la Cruz, histroriador.

En un blog de turismo del Ayuntamiento de Valladolid  se apunta que las mirillas -aún muy visibles en los soportales de esa ciudad y la calle Mayor palentina- permitían al viandante hacerse una imagen de lo que, antaño, fueron típicas viviendas de maestros artesanos y de comerciantes. «A pie de calle estaba el taller, visible al público, según las normas que regían los oficios. Este espacio ejercía también de tienda. Los pisos superiores eran el hogar del maestro propietarios del negocio y de su familia, pero también de los aprendices a los que debían alojar, alimentar y enseñar  durante años», indica.