Se elevan a 3.000 los viajeros de tren trasbordados por la avería

O.H.
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16 convoyes con servicio en la capital se vieron afectados además de otros cinco sin parada

Cientos de personas esperaban el trasbordo junto a la estación. - Foto: dp

Después de una noche toledana -o palentina como recordarán muchos viajeros-, con la llegada del alba era hora de hacer balance y contabilizar bajas de una jornada atípica en la red ferroviaria de la provincia palentina.

El operador ferroviario Renfe aumentó en un millar el número de viajeros afectados por la avería de la catenaria entre Venta de Baños y Valladolid provocada al paso del Alvia que unía Madrid con Irún-Hendaya. En total, más de 3.000 viajeros, según la empresa ferroviaria.

 Pero, ¿qué ocurrió para que en una línea con dos vías banalizadas (aunque se utiliza una para cada sentido, pueden usarse de forma indistinta), el problema de un tren afecte a casi una veintena dejándola inutilizada?

Desde el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (empresa pública que se encarga del mantenimiento y gestión de la red ferroviaria) explicaron ayer, que el suceso se produjo entre las estaciones de Corcos-Aguilarejo y Valladolid de la línea férrea Madrid-Hendaya. «Se trató de un enganchón del pantógrafo del tren en la catenaria. Este enganchón produjo la rotura de tres pórticos de catenaria».

Habitualmente, al haber dos vías, cada vía tiene una catenaria independiente, por lo que al caer una queda la otra en pie para seguir dando servicio, con ciertas limitaciones. Sin embargo, en el tramo en el que se produjo el enganchón, según la información de Adif, la catenaria se sustentaba en pórticos que sujetan dos o más hilos de contacto, por lo que al engancharse en una, el tren tira de todas, inutilizando la línea para tracción eléctrica, aunque no se haya roto el hilo de contacto de la vía no afectada directamente.

Tres pórticos tirados pueden implicar hasta 180 metros sin cable para suministrar electricidad a los trenes, además de la desactivación del suministro en varios cientos de metros más.

En un primer momento, a las 23,46 horas del domingo se reestableció la electrificación en la vía 2 (la no afectada directamente) , permitiendo el paso por la zona de los convoyes, bien con viajeros o de vacío. Si bien, la circulación no volvió a la total normalidad hasta las 4,50 horas de ayer, cuando los operarios de Adif levantaron y arreglaron la catenaria de la vía 1.

Adif está estudiando las causas del enganchón, por si son atribuibles a la propia catenaria o al pantógrafo del tren cuyo paso provocó el problema. Además, esta incidencia afectó a tantos trenes y viajeros debido a que los domingos por la tarde (como los viernes en sentido contrario) se programan circulaciones especiales con destino Madrid, algunas de ellas con trenes en doble composición.

Además, el tramo entre Venta de Baños y Valladolid concentra todas las circulaciones entre el País Vasco, Cantabria, Asturias, León y Palencia y Madrid.

Trasbordos. Debido a todo esto, más de 3.000 personas fueron trasbordadas en autobuses entre las estaciones de Valladolid y Palencia y Venta de Baños. Viajeros, todos ellos, de 16 trenes con servicio comercial en la capital y otros cinco sin parada en ella (los trasbordados en Venta de Baños).

Además, las obras que se están acometiendo en la estación de Palencia, con una vía menos (de circulación) y parte del andén central levantado, mermaron la capacidad de la terminal palentina, que tuvo que apoyarse en otras estaciones cercanas como Monzón de Campos donde se detuvo al Alvia Santander-Madrid.

Desde Renfe se reconoció ayer que los viajeros llegaron con varias horas de retraso a su destino pese al Plan Alternativo de Transporte (PAT) puesto en marcha en el momento en el que se confirmó que el problema iba para largo. «Es complicado organizar una solución como la que se dio a las 21 horas de un domingo», indicaron haciendo referencia al disponer de tantos autobuses como eran necesarios. Y aunque los autobuses transportaron a los viajeros entre Palencia, Venta de Baños y Valladolid (y viceversa) para montar en otros trenes que los llevaran a su destino (generalmente Madrid), algunos llegaron hasta su estación término por carretera, como los de Salamanca.

Desde Renfe recordaron ayer de nuevo que los viajeros afectados tienen derecho a indemnización.

En este sentido se manifestó la Unión de Consumidores Unae, que recordó que «una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE (26 de septiembre de 2013) obliga a todos los operadores ferroviarios europeos a indemnizar a sus pasajeros con, como mínimo el precio del billete, a partir de 60 minutos de retraso, incluso si el retardo viene motivado por causas de fuerza mayor, como pueden ser huelgas o accidentes».

Los viajeros tienen tres meses para reclamar.