Temporada en el aire

David Herrero (ICAL)
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Elena González es propietaria de un hotel y una casa rural en Tarilonte de la Peña. De cara al verano, pide a los clientes que apuesten por alojamientos legales. Además, regala dos estancias para sanitarios en agradecimiento a su labor

No al intrusismo

«La temporada de verano aún está en el aire, aunque entra alguna reserva, pero sin alegría». Quién habla es Elena González, propietaria de varios establecimientos turísticos en el pequeño municipio de Tarilonte de la Peña, localizado en plena Montaña Palentina, entre las localidades de Guardo y Cervera de Pisuerga. En su caso particular, los clientes están reservando más el hotel que la casa rural, por lo que González imagina que «se debe a la disposición de habitaciones dobles y familiares, al ser más fáciles de alquilar que una casa grande, con cinco habitaciones de alquiler completo», destaca. 


En cuanto a las expectativas de futuro, traslada que hay propietarios que «se están planteando no abrir hasta después de verano», mientras que otros auguran una buena temporada, ya que probablemente la gente «buscará zonas lo más aisladas posibles, como pueblos o alojamientos pequeños». No obstante, comenta que «habrá mucha gente que se quede en casa por miedo al contagio».


Elena González afirma que unos días antes de que el Gobierno decretara el estado de alarma, a principios de marzo, empezaron a cancelar algunas reservas y la situación empeoró en la semana del 14 de marzo con la anulación del resto de ellas hasta mayo y junio.

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Y es que, hay que tener en cuenta que la mayoría de alojamientos cierra en enero y febrero dada la nula ocupación que hay en estos meses, por lo que «se va a estar sin clientes y sin ingresos, mínimo seis meses». De esta forma, se puede estimar las consecuencias de esta situación para una familia que vive del turismo «en un 80 por ciento», como el caso de González.


Por este motivo, solicita a las personas que piensan alquilar un alojamiento de turismo rural que «alquilen establecimientos legales que cumplen con la legislación». Al igual que en otros sectores, en este «también hay intrusismo, donde muchos propietarios de viviendas en pueblos alquilan las suyas aprovechándose del tirón de las casas legales». 


Estos domicilios «no son casas de turismo rural o alojamientos vacacionales», ya que este tipo de uso está regulado por las consejerías de Turismo de las diferentes comunidades autónomas y necesitan «tener la licencia de primera ocupación, cédula de habitabilidad o autorización municipal correspondiente, debiendo cumplir en todo momento las condiciones técnicas y de calidad exigidas», apostilla.

No al intrusismoNo al intrusismo


Tal es así que estas casas «no cumplen ningún tipo de normativa sobre construcción, medidas de seguridad o higiene». A mayores, «no pagan impuestos o Seguridad Social». En el ámbito económico, González recalca que este intrusismo «no ha tenido que invertir grandes cantidades de dinero para que los edificios cumplan con la legislación vigente». Unas condiciones que certifica un inspector de Turismo, para diferenciarse de una simple casa que se alquila en un pueblo, concluye.


Cabe recordar, por otro lado, que tal y como avanzó Diario Palentino hace algunas semanas, a modo de agradecimiento por la labor realizada por los profesionales sanitarios durante la crisis del Covid-19, Elena González ha decidido poner a su disposición sus establecimientos turísticos. El regalo consiste en la estancia durante una semana, conformada por seis noches, para dos sanitarios distintos, acompañados por otra personas o solos, en uno de los alojamientos rurales que posee Elena González en Tarilonte. 


Dicha estancia incluirá desayuno, aunque está en negociaciones con los diferentes negocios de la comarca para poder ofrecer pensión completa, pero señala que no puede «confirmar» la colaboración. Siempre cumpliendo la pretensión de haber cuidado o tratado a personas afectadas por Covid-19, los interesados deben ponerse en contacto a través de regalovacacionesentari@gmail.com.

No al intrusismoNo al intrusismo


La idea surge al ver la gran cantidad de iniciativas puestas en marcha desde diferentes ámbitos, de la mano de la aportación de todo lo que pueden, ya sea cosiendo mascarillas, donando material o facilitando el transporte. Es decir, «una gran marea de ayuda humana que anima a los demás a que también colaboren con lo que se tiene cerca», explica González. Una oportunidad para descansar en un municipio pequeño y tranquilo, que vendría «muy bien a personas a las que les ha tocado vivir una experiencia tan dura, con horas interminables de trabajo y sin la correcta protección poniendo en riesgo su vida», apunta. 


SELECCIÓN. Para ello, habrá una selección, dado el gran número de personas que ya se han interesado por la oferta, con sesenta correos recibidos hasta la fecha, aunque, aclara que se pedirá algún tipo de justificante que acredite la labor sanitaria que han realizado durante la pandemia.


La fecha tope para enviar las solicitudes termina el próximo 31 de mayo para poder disfrutar las estancias durante los meses de septiembre u octubre, «sin posibilidad de cambio por otras fechas distintas», donde los días propuestos serán elegidos por la responsable del establecimiento turístico.