La Fundación del Patrimonio Natural depende de la Junta y gestiona instalaciones y proyectos de uso público y espacios protegidos en toda la provincia. En cuanto a la Casa del Parque de la Montaña Palentina de Cervera -como ocurre también con el Aula de Interpretación del Cangrejo de Herrera o la Casa del Parque de la laguna de La Nava y Campos- esta entidad desarrolla iniciativas relacionadas con la conservación de naturaleza e intervenciones en la red de senderos y miradores. «Lo hacemos siempre en colaboración con el Servicio Territorial de Medio Ambiente en distintos proyectos de restauración o recuperación de áreas degradadas de antiguas minas», explica a DP Víctor González, técnico y gestor de la entidad.
Además cita otras acciones llevadas a cabo en el variado territorio montañés, entre las que destaca «el proyecto de recuperación del desmán ibérico, el bosque de tejedas, el fomento de la fructificación de los árboles para que los animales tengan disponibilidad de alimento y la reforestación de montes degradados». Asimismo, expone que desde la oficina de la Fundación situada en la Casa del Parque de la Montaña Palentina se gestionan también los espacios protegidos declarados como tales, caso de Covalagua y Las Tuerces, ambos incluidos en el Geoparque de Las Loras, que ha obtenido el distintivo de Patrimonio de la Unesco.
«La oficina de la Fundación del Patrimonio Natural en Cervera ofrece en su conjunto las funciones de museo y centro de interpretación para poder visitarlo mejor y conocer los valores que encierra el parque y también es punto de información», comenta Víctor González.
Un tesoro natural único repartido en 78.179 hectáreasDos cuencas fluviales. El Parque Natural Montaña Palentina, con una extensión de 78.179 hectáreas, está situado en el extremo norte de la provincia en un área montañosa que forma parte de la Cordillera Cantábrica y limita con la meseta, lo que otorga una gran biodiversidad al estar en zona de transición entre clima mediterráneo y clima atlántico o eurosiberiano. Este área natural está diseccionada por las cuencas de los ríos Carrión y Pisuerga, predominando en la primera fuertes pendientes con escasa cobertera vegetal y en la segunda son más extensas las masas arboladas, asentadas sobre un relieve menos acentuado.
Creado por la Ley de 27 de junio de 2000, el parque se enmarca en una zona rural con valores especiales que deben ser preservados a través de los modelos de desarrollo sostenible. Entre los de mayor relevancia se recogen el de ser un excelente ejemplo de paisaje de alta montaña de gran valor faunístico, botánico y cultural; la existencia de una de las masas de sabinas más septentrionales de Europa con un pinar de origen natural y extensas tejedas; endemismos de la Cordillera Cantábrica como la Artemisa cantábrica y el Echium cantabricum; y ser refugio de una especie emblemática y en peligro de extinción como el oso pardo. De hecho, la Montaña Palentina es el principal núcleo reproductor de la población oriental de la especie de oso pardo cantábrico.