El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, intervino hoy en el acto de investidura del presidente de la Real Academia Española, Santiago Muñoz Machado, como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Salamanca que se celebró en el Paraninfo del Estudio salmantino. Sobre él destacó “la brillantez de su expresión, el rigor, la sencillez y la elegancia en la transmisión de su conocimiento”. Pero sobre todo, el haber impulsado importantes instrumentos para el mejor uso del idioma, algo fundamental para una Comunidad como Castilla y León, que asume el castellano como “seña esencial”, al ser parte de su más valioso patrimonio histórico y cultural, y también como elemento de integración.
Fernández Mañueco remarcó esta idea porque, según sus palabras “frente a quienes hoy utilizan la lengua como instrumento de discriminación o separación, el español es hoy un factor de universalidad que rompe fronteras”, apuntó.
También señaló la dimensión jurista del nuevo doctor Honoris Causa, quien ha dedicado una parte sustancial de sus estudios jurídicos a perfilar y explicar el Estado de las Autonomías, “una fórmula válida” para resolver la histórica “cuestión territorial” de España, combinando unidad política y diversidad territorial en una propuesta acordada políticamente, aceptable constitucionalmente y defendible socialmente. Una fórmula que, según el presidente de la Junta, permite profundizar en la Democracia, gracias a su mayor cercanía a los ciudadanos, que ejercen un control muy directo a los diferentes ejecutivos a través de los Parlamentos Autonómicos.
Aun así, como expresó durante su intervención, el Estado Autonómico “hace sobre todo efectivo el Estado del Bienestar”, pues la Constitución vincula directamente el mismo con las autonomías, al otorgarles la gestión de los servicios públicos fundamentales. Unos servicios públicos que las Comunidades garantizan en el territorio, asegurando con ello su equilibrio y cohesión. En este punto, el presidente de la Junta recordó que en Castilla y León se mantienen escuelas, centros de salud o líneas de transporte que, desde una óptica centralizada o más lejana, “no se verían rentables”.
Además, subrayó que aunque muchos crean lo contrario, las Comunidades “son eficaces instrumentos para crear y distribuir riqueza”. Ejemplificó que en 36 años de autonomía, Castilla y León ha visto multiplicar por siete su PIB y por diez sus exportaciones, acercarse 15 puntos a las medias europeas o ser hoy una Comunidad más industrializada que la media de España.
Pese a todas estas aportaciones y valores, el Estado Autonómico tiene que afrontar actualmente muchos y variados ataques. Según señaló el presidente, por un lado, “están quienes abogan por la vuelta a un Estado centralizado”, sin definir ni demostrar su mayor utilidad o superior ahorro. Y en el otro extremo, “están los nacionalismos excluyentes”. Frente a todos ellos, Fernández Mañueco defendió con firmeza los valores autonomistas, que “van más allá de la descentralización y el autogobierno”, y que en la actualidad siguen demostrándose como auténtico instrumento de progreso, de democracia y de convivencia. En ese sentido, apuntó que “no podemos permitirnos aventuras en el modelo territorial derivado de nuestra Constitución” y añadió que “es mucho lo que hemos conseguido con ellos y quizás sea necesario hacer más pedagogía”. Además, animó a “poner más en valor todo lo que hemos logrado con tanto esfuerzo”. Por su parte, insistió en que es necesario el compromiso de todos para defender y difundir estos enormes logros, tanto de las fuerzas políticas como de los centros del saber, representados en esta ocasión por la propia Universidad de Salamanca.