Las parejas aplazan sus enlaces a 2021 y 2022

Sergio Borja
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Las empresas que se dedican a la organización de eventos matrimoniales han visto reducida su actividad de forma drástica. «Esperemos que mejore», augura Eduardo Relea, del hotel Castilla Vieja

Las parejas aplazan sus enlaces a 2021 y 2022

La pandemia sigue su curso y pocos escapan a sus efectos. El sector de las bodas es uno de los que más pérdidas tiene y que peor lo está pasando en la pandemia. Durante el estado de alarma tuvieron que posponer tanto los enlaces matrimoniales como los convites al verano o a septiembre. Pero llegada esas fechas, se han tenido que volver a trasladar hasta el año 2021, aunque algunos han sido más precavidos y lo han pospuesto un año más, al 2022.

«Desde el fin del estado de alarma hasta este período, hemos celebrado 3 bodas», alega Nati Herrero, propietaria de Bodas Organizadas. La mayoría de las que se iban a celebrar este año se han trasladado a 2021 o incluso a 2022. «Alguna de las celebraciones que quedaba para este año se ha trasladado al próximo e, incluso, alguna pareja no se fía del 2021 y lo ha pospuesto al 2022 porque tiene miedo de que todo vaya a peor y no la pueda celebrar cuando quiere. Algunos también tienen miedo a que se vuelva a retrasar y han sido más cautelosos», expone Herrero.

Hoy en día, además del miedo generalizado que hay en torno al coronavirus, se han tomado medidas en cuando al límite de personas que puedan asistir a las reuniones. «A todo el problema que tenemos con la Covid-19 y después de la vuelta a la normalidad, la Junta ha decidido reducir el aforo a 25 personas en interior y a 50 en exterior. Se ha disminuido a 10 en las reuniones familiares», subraya la dueña de Bodas Organizadas. «Tampoco se permite la consumición en las barras de bares y restaurantes y, aunque esto último no afecte demasiado, acrecienta el miedo generalizado de la población», opina Herrero

Las nuevas medidas que entraron en vigor en Palencia el pasado jueves afectan sobre todo a la restauración y a cuanto la rodea, también a las wedding planner ya que tienen que contratar esos servicios de banquete que se dan en esos diferentes espacios. 

«No afecta demasiado, pero limita todos los planes. Desde la implantación de estas restricciones, el trabajo que estoy realizando en mi empresa consiste en trasladar todas las bodas que había programadas desde septiembre a diciembre», manifiesta.

«No es una situación muy buena pero hay que seguir trabajando para tener a los clientes contentos», asevera Herrero.

Optimismo. Lo que hace que Herrero siga al pie del cañón, es su optimismo respecto al futuro. «Quiero ser optimista y estoy empezando a pensar y a asimilar que esto no va a ir a peor y que tarde o temprano volveremos a la normalidad. Va a haber suerte y saldrá una vacuna, y aunque la haya, probablemente todo el mundo tenga que seguir con precauciones hasta que se normalice más o menos la situación. Habrá que hacer vida normal aunque con una serie de limitaciones», expresa la propietaria de la empresa Bodas Organizadas.

Si no se cumple lo esperado, las consecuencias podrían ser fatales. «No quiero pensar que esto va a ir a peor porque al final estaría abocada a cerrar mi empresa», declara Herrero. «Tenemos que vivir día a día y, si nos hundimos, moriremos intoxicados por la cantidad de cosas que desinfectamos, no por Covid», concluye.

restauración. Otro de los sectores que está relacionado con los enlaces matrimoniales es de los hoteles y restaurantes que se encargan de preparar los banquetes a las parejas. «No hemos celebrado ninguna boda desde el fin del confinamiento», revela Eduardo Relea, del hotel Castilla Vieja.

La mayoría, al igual que las que planeaba Bodas Organizadas, se han pospuesto para el año que viene. «O las han trasladado a 2021 o han decidido celebrarlas en petit comité», declara Relea. «En nuestro caso, el número de bodas celebradas en el hotel Castilla Vieja se ha reducido un 90% con respecto al año pasado. Gracias a las comuniones hemos conseguido salvar como hemos podido los meses de agosto y septiembre», expresa.

Y es que, el número de comuniones que se han podido celebrar en el complejo «no ha bajado» con respecto al año anterior, pero «se han mantenido». «Teníamos aforo limitado, como en todos los restaurantes de la provincia. Solo podían estar diez personas por mesa», expresa Relea. «Ahora con las nuevas restricciones que ha puesto la Junta, se ha reducido a seis, respetando la distancia de seguridad», comenta el propietario.

Como Natividad Herrero, Eduardo Relea quiere ser optimista, pero cree que vendrán tiempos peores. «No tengo buenas expectativas con respecto a lo que pueda venir estos meses», manifiesta. «En lo que queda de año la cosa va a empeorar. Ojalá me equivoque, pero va a ser así», interpreta el hotelero. 

Y es que el hotel ya está pensando, no en la campaña de Navidad, sino «en abril, con la llegada de la Semana Santa». «La gente sigue teniendo mucho miedo y es comprensible», alega. «Para que llegásemos a Navidad, tienen que sacar ya una vacuna y que se genere la suficiente confianza como para que la gente se atreva a dar el paso de reunirse», concluye.