El bien torear de David Mora le abrió la puerta grande

Manolo Illana
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Tablilla. Javier Castaño, que celebraba su paseíllo 200, cortó una oreja en una tarde desapacible en la que Iván Fandiño se encontró con la suerte adversa ante un ganado muy protestado por su peso

Toreando como lo hizo y matando de esta forma, Mora abrió la puerta grande. - Foto: Óscar Navarro

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Castaño no quiso perderse su vuelta a Palencia y toreó de la forma que se aprecia. / fotos: Óscar Navarro
Castaño no quiso perderse su vuelta a Palencia y toreó de la forma que se aprecia. / fotos: Óscar Navarro - Foto: Óscar Navarro
Aún toreando de esta forma, la mala suerte le acompañó a Fandiño toda la tarde.
Aún toreando de esta forma, la mala suerte le acompañó a Fandiño toda la tarde. - Foto: Óscar Navarro
El viento molestó y dificultó el quehacer de los tres matadores.
El viento molestó y dificultó el quehacer de los tres matadores. - Foto: Óscar Navarro

 

Toreros
Javier CASTAÑO. De blanco y oro. Silencio tras media y descabello en su primero. En el quinto, pinchazo y entera que le valió una oreja.
Iván FANDIÑO. De gris perla y oro. Silencio en el segundo de la tarde, con pinchazo y tres descabellos tras aviso. En el quinto, sobrero, silencio tras media contraria y entera.
David MORA. De rosa y oro. Cortó una oreja a cada toro, a los que mató de dos soberbios volapiés.
 
Ganadería
‘Sancho Dávila’. Tres astados no pasaron el reconocimiento en los corrales e hizo falta remendar el encierro con el sexto de la tarde y un segundo sobrero, ambos de ‘Antonio Bañuelos’.  Los toros jienenses, presentados en su morfología y hechuras de acuerdo con su procedencia y encaste, el de ‘Maribel Ibarra’. El peso reglamentario en esta plaza es el de 435 Kg.
 
Incidencias
Tarde con el viento también como protagonista, sin estar anunciado, con una entrada cercana a la mitad del aforo. Los matadores Iván Fandiño y David Mora hicieron el paseíllo desmonterados al ser su presentación en Palencia. David Adalid, de la cuadrilla de Castaño, saludó tras banderillear al primero de la tarde. Fue ovacionado el picador de David Mora que intervino en el último.
 
El viento, al que nadie había invitado a la plaza, se encargó por su cuenta de deslucir el segundo festejo del abono. Si algo preocupa a los toreros en el ruedo es el aire, al que no hay forma de poder dominar.  A pesar de lo desagradable de la tarde, la profesionalidad y verdad de la terna actuante y de las cuadrillas a sus órdenes hicieron posible que la corrida tuviese cierto contenido. Se cortaron un total de tres orejas: una Javier Castaño y dos David Mora, que salió a hombros por la puerta grande.
Hay que ver lo entregado, torero y dispuesto que llegó Javier Castaño a Palencia después de la tremenda paliza sufrida hace pocas fechas en Bilbao. Un Javier Castaño que lo intentó con todas las del mundo en su primero, en una faena centrada y basada en la mano derecha. El trofeo llegó en su segundo, en el que con el capote estuvo centrado y torero a la verónica. Principio de faena cerrado en tablas y rodilla en tierra. Comenzó con la derecha pero alcanzó más intensidad y ligazón con la izquierda. Llegó a colocarse en su sitio, en el que se encuentra muy a gusto, entre los pitones. Un pinchazo dio paso a la soberbia estocada y a la importante oreja.
 
No se puede tener peor suerte que la de Iván Fandiño ayer en Campos Góticos. Nada agradable acompañó al de Orduña porque en sus dos faenas fue donde el viento sopló con más fuerza y porque sus dos toros fueron los menos agradecidos. Además, se le devolvió su segundo teniendo que lidiar un muy poco agraciado sobrero. Iván se fue de la plaza molesto y contrariado. Era para ello y para mucho más. La ilusión en la tarde de su presentación se fue al traste.
 
Triunfo torero, recio y distinguido el de David Mora en tarde importante para su carrera. Para él y su quehacer en el ruedo fue el triunfo redondo de una buena tarde de bien torear. Sin prisas pero sin pausas, el madrileño afincado en Borox se hizo merecedor por su entrega, decisión y buen gusto de un legítimo triunfo que sumar a los muchos conseguidos esta temporada. 
 
Dos faenas distintas como distintos fueron sus dos toros: el de Sancho Dávila y el de Bañuelos. Técnico en el principio de sus dos faenas, entregado en series largas ligadas y bien rematadas. Temple, gusto, poder y ligazón fueron la base del éxito. Además, con la espada fue un auténtico cañón. Felicidad para el torero en su primera tarde en Campos Góticos.