Las protectoras de animales retoman su actividad

A. Benito
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Los rescates se vieron mermados por la imposibilidad de salir a la calle y tampoco fueron posibles las visitas con las que las asociaciones evalúan si una persona es apta para adoptar una mascota

Las protectoras de animales retoman su actividad - Foto: Juan Mellado

Sin poder salir en dos meses, una de las actividades que se ha visto limitada a consecuencia del confinamiento es la que realizan las protectoras de animales de la provincia. Si bien los animales ya rescatados se han seguido atendiendo, los colectivos que velan por la salud y la seguridad de los que son abandonados no han podido recoger nuevos ejemplares o, al menos, no como antes de que el Gobierno se viera obligado a decretar el estado de alarma. 


«Sobre todo durante el primer mes, los rescates se han visto parados en un 95 por ciento. Al no poder salir a la calle, tampoco hemos tenido oportunidad de ver a los animales. Ha tenido que ser terrible para ellos», manifiesta Diana Diez, de Huellas Palencia, un colectivo que nació el año pasado y que, en la actualidad, cuenta con unas ocho casas de acogida y una decena de perros y gatos. 


«También ha habido un parón muy grande en las adopciones, dado que nos ha sido imposible realizar las visitas preadoptivas y mantener los contactos necesarios para conocer a las personas y ver si están capacitadas para hacerse cargo de un animal», continúa la joven.

Las protectoras de animales retoman su actividadLas protectoras de animales retoman su actividad - Foto: Juan Mellado


Sin embargo, las mascotas ya rescatadas han seguido comiendo, yendo al veterinario y, en definitiva, generando gastos que no se han visto compensados con los ingresos que asociaciones como la dirigida por Diez obtienen a través de la celebración de pequeños mercadillos de segunda mano. «Nuestros recursos son muy limitados, ahora mismo estamos en la ruina. Otras fuentes de financiación son las donaciones, la venta online, el apadrinamiento, los socios y las huchas que colocamos en algunos establecimientos», explica.


Otra de las organizaciones que trabaja en la provincia es Scooby, gestora de la protectora de la capital. Actualmente, son más de sesenta los animales que se encuentran en las instalaciones palentinas, donde a principios de la semana pasada se reanudaron las visitas. 


«Hemos recibido menos avisos de rescate de lo habitual y durante este tiempo la entrada al público ha estado cerrada. Tampoco hemos podido pasear a los perros», indica Ignacio Río, uno de los trabajadores de este centro que, en las últimas semanas, ha recogido a varios cánidos de pequeño tamaño.

Las protectoras de animales retoman su actividadLas protectoras de animales retoman su actividad - Foto: Juan Mellado


Como en el resto de colectivos que trabajan en favor de los animales, los empleados de Scooby son los encargados de evaluar la capacidad y, sobre todo, la intención de la gente a la hora de adoptar un gato o un perro. «Hay mucha gente que no entiende el tema de la esterilización y otras personas a las que la tasa de adopción les parece muy cara, y eso que se cobra mucho menos de lo que de normal costarían el chip, las vacunas y la operación», indica Río.


Ese mismo problema es el que tienen en Huellas Palencia. «En la zona norte todo esto es muy nuevo y el apoyo es prácticamente nulo. En el medio rural es muy difícil hacer entender que a un gato hay que vacunarlo  o que no podemos entregar un animal sin esterilizar», apunta Diana Diez al tiempo que pide un poco más de colaboración y comprensión. 


Eso sí, este tipo de actitudes sirven también para ver que hay personas que no son conscientes de los gastos que generan los cuidados de un animal y para descartar una posible adopción. «Cuando escuchamos este tipo de quejas, entendemos que la persona no está preparada para hacerse cargo de una mascota», puntualiza Río, que junto a su compañera está citando a los interesados en adoptar cada media hora, aproximadamente. «Tenemos unas cuatro o cinco visitas al día», expresa.


AUMENTO DE LAS SOLICITUDES. Otra realidad que han detectado desde asociaciones como Huellas Palencia es un aumento del interés por las adopciones. «No sé si es porque la gente se ha visto sola en casa o porque al principio del confinamiento las personas con perro tenían un poco más de libertad para salir, pero lo cierto es que hemos recibido muchísimas solicitudes. Esto es peligroso, un animal no es un capricho y la gente tiene que estar debidamente concienciada de lo que eso significa para que luego no se produzcan abandonos», recuerda la joven.

 
En la provincia de Palencia otros colectivos como la Protectora de Guardo, El pequeño Refugio o Defensa Animal Palentina vienen trabajando desde hace varios años en el rescate de animales abandonados o maltratados y en facilitar su posterior adopción.

 

VOLUNTARIOS. Si de algo adolecen las protectoras de animales es de voluntarios, personas que colaboran con las diferentes actividades que hacen posible la importante labor de este tipo de colectivos.


Por eso, las asociaciones palentinas hacen un llamamiento y recuerdan que cualquier pequeño gesto cuenta, desde la realización de viajes solidarios, hasta echar de comer a las colonias felinas, pasando por elaborar un cartel o ayudar en la difusión de contenidos a través de las redes sociales. Todo con el objetivo de promover los derechos de los animales y colaborar en su protección. 


«Mi día a día incluye atender a los animales, contestar mensajes, realizar gestiones con veterinarios y administraciones, hacer publicaciones en la página de Facebook o hablar con las casas de acogida, entre otras cosas. Eso sí, la parte buena es indescriptible, ver que un animal ha encontrado una familia es muy gratificante, mi alimento para el alma», indica Diana Diez.