El 11 de agosto de 1894 es una fecha que forma parte de los anales de la historia como punto de partida de un feliz y emocionante viaje del que este año se conmemora el 125 aniversario: la puesta en servicio del Ferrocarril de Vía Estrecha (Feve), ligado íntimamente durante este siglo y cuarto de vida al norte de la provincia. 
Industrias, nuevos negocios y sueños hechos realidad comenzaron a forjarse en la comarca, que registró un imparable goteo de personas que llegaban con nuevos proyectos bajo el brazo a un territorio al que nada se le ponía por delante. Con la llegada del tren, en la Montaña Palentina cambió hasta la forma de vestir, pues los vecinos de la época no tardaron en hacer suyos los atuendos que veían en las gentes del Bilbao industrial de finales de siglo. La Robla supuso una auténtica revolución: trajo riqueza, progreso y prosperidad a una comarca hasta entonces aislada del resto del mundo. Fue el AVE del XIX. 

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