El arte siempre ha servido para alegrar a los sentidos. Además, también puede ser utilizado para embellecer las fachadas de un barrio obrero y, de esta manera, potenciar los comercios locales. Esto es lo que pretendió el XII Festival Meninas de Canido, que tuvo lugar en el propio barrio de Canido, situado en la ciudad gallega de Ferrol el pasado fin de semana. El estudio palentino de grafiti y tatuajes Chorro Arts participó en esta edición, pintando una versión -que seguía las tendencias de la música trap y las influencias urbanas- de uno de los autorretratos de Velázquez, en torno al cual giró la temática del festival.

La duodécima edición de Meninas de Canido albergó a artistas de todo el país, entre los que se encuentran Alba Martín y Javier Revilla, de Chorro Arts. «El fondo de este evento, relacionado con la obra de Las Meninas y el artista, da mucho juego a la hora de hacer cualquier tipo de obra», afirmó Martín. El estudio palentino se inspiró en la canción humorística de Velaske, yo soi guapa?, y en el personaje, de la serie El Ministerio del Tiempo, Diego Velázquez. «Con esta base, Javier y yo pintamos un mural de su autorretrato, una versión altanera del pintor y actualizada al estilo urbano del siglo XXI», apuntó la artista.

Como añadido, el festival también sirvió como impulso económico para el barrio de Canido, que  forma parte del extrarradio de la ciudad, cuyo pilar económico es la pesca y la industria. «Unos compañeros visitaron un bar del barrio. Al entrar, les preguntaron:¿Sois los artistas del festival? Al responder que sí, el propietario les dijo que les invitaba al desayuno, pues este evento hacía que pudiera mantener su negocio a flote», explicó Martín. 

FAMA. La celebración de este festival se hizo viral cuando, en 2018, apareció lo que, aparentemente, era una obra de Banksy. El polémico -a la vez que reconocido- artista habría ocupado una de las paredes de Canido para pintar un mural de dos guardias civiles besándose, una versión de la obra Kissing Coopers (Brighton, 2005), que en 2014 fue vendido en una subasta en Miami por 418.00 euros.

Tanto artistas como la propia organización se mostraron agradecidos por el apoyo económico del Ayuntamiento de Ferrol, que les permitió participar en el festival con todos los gastos pagados.