Peligran 500 empleos tras suspenderse las extraescolares

A. Rodríguez
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Las academias son la otra cara de la moneda, gracias a un aumento del 30% en la demanda de clases particulares, principalmente las de informática e inglés

Peligran 500 empleos tras suspenderse las extraescolares - Foto: Óscar Navarro

El regreso a las aulas suele traer consigo la vuelta a las actividades extraescolares y a las clases particulares. Sin embargo, en este curso atípico existe una disparidad en la situación de las empresas que realizan las extraescolares en los colegios y las academias de idiomas y enseñanza. En el primer caso, según Víctor Gutiérrez, portavoz de la Asociación de Empresas de Servicios de Actividades Extraescolares en Castilla y León (Asaecyl), «peligran 500 puestos de trabajos en la provincia por la prohibición de las actividades extraescolares en los colegios». Por su parte, las academias localesnotan un aumento notable en la demanda, del 30 por ciento, por parte de las familias en el formato presencial, aunque otros, más reticentes, se informan sobre el formato online.


«Ahora mismo todas las actividades extraescolares están suspendidas por orden de la Junta», afirma Gutiérrez. Esta medida implicaría, en Castilla y León, una pérdida de 10.000 empleos -entre monitores y profesores- según Asaecyl. Ante esta grave situación, el portavoz de la asociación apunta a Diario Palentino que «se pretende, a través del diálogo con la institución regional, que las extraescolares vuelvan a tener lugar el uno de octubre».


Una de las empresas locales, cuya principal fuente de ingresos son los contratos con los colegios para la realización de esas actividades, prevé un año negro para su negocio. Margaret Castro -nombre ficticio por el deseo expreso de la propietaria del negocio- cree que «este año la empresa no podrá realizar su actividad». El negocio de Castro pasó de trabajar con 150 niños durante el curso pasado a tener solo16 solicitudes de cara al actual.


Por otra parte, el portavoz de Asaecyl señala que «las actividades fuera del horario lectivo en el colegio dan la posibilidad de conciliar el trabajo con la vida familiar. Ahora los que están recogiendo a los niños son los abuelos, el colectivo que más riesgo tiene frente al Covid-19».


Sin embargo, en todo momento de crisis hay empresas que ven la luz. Este es el caso de las academias cuyos ingresos principales son de personas a título individual y nada tienen que ver con lso centros docentes.


«El número de matrículas ha aumentado un 30% con respecto al año pasado», explica Balbi Merino, encargado del centro de formación Solucion.es Training. Esta empresa, que ofrece la posibilidad de formarse online o de manera presencial, se une a otras de la provincia que ya preparan las primeras clases, tanto de manera telemática como en persona.


«La formación a distancia es una modalidad que iba a llegar algún día y la Covid solo lo ha acelerado todo. Es un tipo de aprendizaje que viene para quedarse», asevera Merino. Esta opinión es compartida por varios centros de enseñanza, que también ofrecen la posibilidad de la formación mixta -parte online y parte presencial- para el inicio del curso escolar, como novedad este año.


Pese a la llegada inminente del formato online de la enseñanza, «la mayoría de las familias sigue prefiriendo aprendizaje presencial», apunta Tatiana Gürtz, de la academia de idiomas Sonylang. Esta predilección por las clases tradicionales parece obedecer a la preocupación de los padres por la posibilidad de que sus hijos se distraigan si no tienen a un profesor controlándoles. 


Sin embargo, el aumento en la demanda de plazas presenciales en las academias combate contra las reducciones de aforo, en pro de mantener la medida de seguridad del distanciamiento social. La propia Gürtz asevera que «actualmente solo es posible albergar a unos cinco alumnos por clase, dependiendo del aula, tras la limitación de jóvenes por clase al 50%». Esta limitación implica, para algunas empresas dedicadas a la  enseñanza, la necesidad de ampliar los horarios en los que se imparten las lecciones. Merino, encargado de Solucion.es, apunta que «se ha aumentado el número de clases para que, pese a las limitaciones de aforo, nadie se pierda la oportunidad de aprender».


CONECTIVIDAD

La extensión del formato online como alternativa a las clases presenciales también ha acercado el debate al entorno rural, pues «muchos municipios se quejan de la mala conexión a Internet», afirma Alberto Arzúa, presidente de la Unión de Consumidores de Palencia (UCE). Así, las quejas relacionadas con el teléfono e Internet fueron 2.338 del total de las 8.545 registradas a lo largo de 2019. Este problema va unido al desembolso que han tenido que realizar muchas familias en equipos digitales «por miedo a un nuevo confinamiento», apunta el responsable de UCE-Palencia.


En paralelo, se encuentran los centros formativos, como es el caso del Centro de FPEdén. «Es cierto que este año se han cubierto las plazas, principalmente del curso de auxiliar de enfermería, antes que en 2019», explica Javier Fernández, encargado del centro.


En este caso, la amplitud en las aulas de los grados de formación profesional cuyas lecciones sean eminentemente prácticas, permite admitir a un número mayor de alumnos sin tener que realizar  grandes modificaciones estructurales. «En el caso de este centro, Edén, muchas de las clases son talleres prácticos que, por su naturaleza, necesitan de un espacio grande, por lo que no tenemos problemas de aforo de momento», puntualiza Fernández.
Sin embargo, todo centro o academia -se encuentre en mejor o peor posición de cara a este curso escolar- deberá cumplir las medidas de seguridad establecidas por el Gobierno central y la Junta.


«Los alumnos que asistan a formación presencial deberán desinfectarse las manos, con gel hidroalcohólico, y los zapatos, con un felpudo rociado con la misma solución líquida, antes de entrar al aula», explica Gürtz desde la academia Sonylang.


Asimismo, los alumnos de este centro formativo que elijan la opción mixta, al igual que en otros, deberán seguir el mismo procedimiento de cara a la realización de los exámenes, que tienen lugar de manera presencial.