El Camino de Santiago, eje de desarrollo

DP
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Técnicos de la Fundación Santa María la Real acompañan a 13 expertos europeos del proyecto Ruritage por Carrión, Villasirga, Castrojeriz y Sahagún

El Camino de Santiago es eje vertebrador de desarrollo en los municipios por los que transcurre, y lo es gracias a la combinación con el tejido empresarial o a la implicación de los agentes de cada territorio. 

Así pudieron comprobarlo hace unos días los 13 expertos y replicadores europeos del proyecto Ruritage que, procedentes de Austria, Eslovenia, Rumania, Hungría y Francia,  recorrieron las localidades de Carrión de los Condes, Castrojeriz, Sahagún y Villalcázar de Sirga acompañados por técnicos de la Fundación Santa María la Real. 

«No se trataba solo de recorrer el Camino - explica Joaquín García, coordinador del proyecto Ruritage en la Fundación – sino de que pudiesen establecer contactos e intercambiar experiencias con representantes institucionales y agentes del territorio». Y, así lo hicieron, en cada una de las localidades visitadas pudieron charlar tanto con los alcaldes, como con empresarios, párrocos, técnicos de turismo o representantes de asociaciones y grupos de acción local vinculados a la Ruta Jacobea.

Una de las cuestiones que más llamó la atención del grupo europeo es la relación que se establece entre el peregrino y los habitantes de los pueblos por los que transcurre el Camino. «Pudieron sentir y experimentar la hospitalidad que caracteriza la ruta, cimentada a lo largo del tiempo», señalan. Además, comprobaron que la Ruta es «un recorrido espiritual, que teje identidad y cohesiona el territorio», pero también una ruta sobre la que construir «desarrollo territorial y potenciar una economía sostenible, vinculada al territorio». 

identidad. En todas las localidades, pero muy especialmente en Sahagún tuvieron la oportunidad de charlar con empresarios del entorno que han logrado consolidar su marca «aplicando nuevas técnicas a recetas tradicionales sin perder la esencia de productos como las galletas, el vino, las morcillas o el queso». «Este tejido empresarial es también parte de la esencia y la identidad» de la Ruta Jacobea, explican. Otra de las constantes en todos los municipios visitados fue la necesidad de aplicar las nuevas tecnologías para mejorar la accesibilidad de la ruta y para conocer datos como, por ejemplo, el número de personas que realizan realmente el Camino de Santiago. «Existen datos de pernoctaciones u otros extraídos de las oficinas o puntos de información turística, pero no deja de ser una información sesgada, dado que no hay un conteo efectivo de peregrinos», apunta García.