El transporte acusa un descenso en los portes sin precedente

Rubén Abad
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El presidente de Aempatra advierte que si el sector para, «se cae el país». Los camioneros siguen a la espera de las mascarillas prometidas por el Ministerio de Transportes hace semanas

El transporte acusa un descenso en los portes sin precedente

España se mueve en un escenario insólito a todos los niveles y en todos los sectores. Pese a todo, el gremio del transporte es uno de los que sigue al pie del cañón, manteniendo abastecidos a los supermercados, a las farmacias, a las fábricas y al comercio que sigue abierto, aunque su trabajo lo desarrollan los camioneros no con pocas dificultades. La situación fue muy complicada en los primeros días del estado de alarma, y lo sigue siendo, pero cuentan con algunas prestaciones de apoyo que antes se les negaban como baños en las estaciones de servicio o restaurantes abiertos con servicio de catering para poderse llevar un plato de comida caliente a la boca.

En cuanto al volumen de trabajo, este se ha reducido «drásticamente» en las últimas tres semanas. Aún es pronto para sacar la calculadora, hacer números y aventurarse a dar una cifra concreta, aunque el presidente de la Asociación Empresarial Palentina de Transportes (Aempatra), Óscar Baños, asegura que se trata de un «descenso sin precedentes». A nivel de Palencia, subraya que lo que más le está afectando a los camioneros es el cierre temporal de la factoría de Renault en Villamuriel de Cerrato. No obstante, asegura que no a todos los compañeros les repercute esta situación por igual, pues hay algunos que trabajan para la agroindustria «que no paran» y otros que están especializados en otros sectores que han cesado la actividad.

A ello se han de sumar los problemas que se encuentran a la hora de circular por España y el resto de Europa, pues si hacerlo aquí ya es complicado, en el extranjero lo es mucho más, señala. Por este motivo, califica como de una «tremenda irresponsabilidad» a aquellos que salen a la carretera sin necesidad y de «un  mundo de locos» los atascos que se vivieron en los primeros fines de semana. «Que la gente que se marche de puente o de Semana Santa con la que está cayendo no me entra en la cabeza», puntualiza.

Dentro de todo lo malo, este confinamiento ha servido para poner en valor un sector vital y necesario, pues son los encargados de mantener abastecido el país. «Espero que todo por lo que estamos pasando sirva para que cuando volvamos a la normalidad, que lo haremos antes o después, nos tengan un poco más en consideración y nos dejen de ver como esos aparatos grandes que estorban en la carretera porque van más lentos y dificultan la visibilidad. Es importante que la sociedad nos tenga en cuenta, porque si nosotros paramos, se cae el país», argumenta Baños.

Los transportistas trabajan con medios escasos, en gran parte comprados por ellos mismos. Hace unos días les llegaron mascarillas a través de la Junta, a la que agradecen haberse acordado de ellos en este complicado momento, pero siguen a la espera de los equipos de protección individual que les prometió el Ministerio de Transportes hace ya dos semanas.

En estas circunstancias, los mayores problemas se los encuentran los profesionales del transporte por carreteras en las plataformas logísticas, donde la gran demanda hace que los tiempos de espera se hayan multiplicado y en muchas ocasiones son ellos mismos los que tienen que cargar y descargar el porte. A mayores, tienen prohibido bajarse del camión en esos ratos de espera hasta que llega su turno y les exigen unas Epis que escasean para entrar en las instalaciones. «Casi no las tienen los sanitarios, cómo para tenerlas nosotros», reitera.

«Es todo muy complicado», afirma el presidente de Aempatra, quien solicita un mayor ajuste de tiempos en los muelles y que sean los empleados de los mismos los encargados de hacer la descarga de los camiones. 

Por último, explica a aquellos que piden la paralización de toda la industria y el transporte a excepción de la agroalimentación que no todo en este sector es lo que se come, sino que también hay que fabricar y mover palés de madera y plástico para que los productos se puedan transportar, cartón para los envases y plástico para embalarlos. «Hay muchas cosas que tienen que seguir funcionando sí o sí», concluye Baños.