Lleva tan solo unos días en la plaza de Pío XII, pero ya es un vecino más. El robot diseñado por el artista guardense José Castrillo para la campaña Palencia de Corazón podría quedarse para siempre en la ciudad. Ese, al menos, es el deseo de su autor, y la propuesta que la concejala de Cultura, Laura Lombraña, trasladará en la correspondiente comisión. «Castrillo ha solicitado que la estatua no se retire para que se convierta en un símbolo para la ciudad y no olvidemos todo el aprendizaje de este tiempo que nos está tocando vivir debido a la pandemia», indicó ayer la edil palentina.

Y es que, a pesar de que esta instalación tenía como utilidad servir de buzón para depositar las papeletas del sorteo de los cheques regalo de la campaña de apoyo al comercio local Palencia de Corazón, «el robot se ha convertido en todo un símbolo de la Semana Cultural organizada por el Ayuntamiento y, sin duda, en uno de los elementos más fotografiados». Además, muchos palentinos, de manera espontánea, han llevado un candado que han atado en el corazón de la estatua, realizada por Castrillo en su fragua de Tarilonte de la Peña. «Se trata de un robot realizado a mano con pavonados naturales. Tiene mucho mérito y no es fácil encontrar a escultores como él», señaló Laura Lombraña, concejala de Cultura, Turismo y Fiestas, quien añadió que es un elemento con una enorme carga emocional ya que simboliza que «detrás de millones de armaduras seguimos viviendo con el corazón». Se trata de un robot que tiene en una de sus manos una aguja con la que se está cosiendo su propio corazón con el de todos los palentinos. 

En cuanto a la campaña, Lombraña indicó ayer que «en los 210 establecimientos participantes se han repartido 24.000 papeletas a los clientes que, posteriormente, han tenido que depositar en el original buzón de la plaza Pío XII». Todas esas papeletas entrarán en el sorteo de cheques regalo por importe de 3.000 euros y los ganadores se darán a conocer el martes cuando se realice, en el Salón de Plenos, el sorteo ante notario.

Con esta iniciativa, el Consistorio capitalino pretendía también hacer partícipes a vecinos y visitantes en el diseño del futuro de la ciudad. Por eso, los clientes han podido incluir en su papeleta deseos, sugerencias y opiniones.