Venezolanos y colombianos suben un 42% la petición de asilo

ALBERTO ABASCAL
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Cinco ciudadanos sirios son los últimos peticionarios en obtener el visto bueno del Ministerio del Interior · 319 personas de 27 países cursaron la solicitud desde 2016

Venezolanos y colombianos suben un 42% la petición de asilo - Foto: Óscar Navarro

Palencia, al igual que el resto del país, vive la avalancha de solicitudes de protección internacional -lo que se denomina popularmente como asilo- por parte de inmigrantes que llegan al país y que alegan su condición de refugiados. En solo dos años, el volumen de peticiones de este tipo se ha disparado en la Comisaría de Policía Nacional de la avenida de Simón Nieto al pasar de las 57 de 2018 y las 81 de 2019, según informaron a Diario Palentino fuentes de la Brigada de Extranjería de la Comisaría Provincial. De hecho, el incremento de 2018 a 2019 ha sido realmente importante el cuantificarse un 42 por ciento. Esta situación no solo afecta a Palencia sino que es una constante nacional. De hecho, el fenómeno ha alcanzado tal dimensión en los últimos año el Gobierno central ha tenido que contratar a personal interino para reforzar la Oficina de Asilo y Refugio. 

En lo que respecta a Palencia, la mayoría de peticionarios de asilo durante el pasado año corresponde, incluso unidades familiares, a ciudadanos de Venezuela  (46) y de Colombia (26), dos países que actualmente sufren problemas económicos, sociales y políticos.

Por lo demás, durante el pasado año también se cursaron peticiones de asilo procedentes de Perú (6), Honduras (1), Sahara (1) y Uruguay (1), según los datos proporcionados.

Venezolanos y colombianos suben un 42% la petición de asiloVenezolanos y colombianos suben un 42% la petición de asilo - Foto: Sara Muniosguren«Ahora mismo la situación por la que atraviesa Venezuela, con una inestabilidad económica, social y política, ha provocado un éxodo masivo de población. A Palencia han llegado un buen número de familias que han solicitado el asilo internacional», apunta a este periódico la inspectora-jefe Paloma Doncel, responsable de la Brigada de Extranjería y Fronteras de la Comisaría.

El alto el fuego declarado por las FARC en Colombia en 2018 también provocó la fuga de ciudadanos de este país que se concretado en la petición de asilo internacional y en este caso su número ha creciendo de forma paulatina, al menos en Palencia.

Según los datos aportados por la Brigada de Extranjería de la Comisaría de la Policía Nacional de Palencia desde 2016 un total de 319 personas de 27 países han solicitado protección internacional desde esta provincia: Venezuela (111), Colombia (81), Siria (17), Ucrania (17), Afganistán (1), Camerún (3), Costa de Marfil (1), El Salvador (21), Georgia (7), Guatemala (2), Guinea (1), Honduras (9), Líbano (5), Libia (3), Malí (1), Marruecos (1), Pakistán (2), Perú-Venezuela (4), Sahara (11), Saharaui (4), Senegal (1), Irak (4), Nicaragua (2), Perú (10), Uruguay (1), Albania (4), Rusia (1) y Cuba (1).

Desde el punto de vista burocrático, los solicitantes de asilo no lo tienen fácil. Y es que una vez solicitado el asilo, el Gobierno les concede a los peticionarios una tarjeta de residencia (conocida por tarjeta roja) por espacio de seis meses, renovable por el mismo período, hasta que el Ministerio del Interior resuelve sus expedientes, que puede durar hasta incluso años en algunos casos. En la tarjeta roja se asigna un número de NIE; sin embargo, esto no significa que el asilo ha sido concedido definitivamente. Con este documento se podrá solicitar a su vez la tarjeta sanitaria, podrá actuar jurídicamente en España, abrir una cuenta de banco y trabajar una vez efectuada la primera renovación. 

«El asilo y refugio en España es un trámite que demanda tiempo para su resolución definitiva; sin embargo, ofrece la seguridad y bienestar para quienes lo solicitan», explica Paloma Doncel.

Bajo este prisma, cinco ciudadanos sirios que solicitaron en 2018 protección internacional a través de la Comisaría de la Policía Nacional han obtenido una respuesta positiva por el Gobierno central y son las últimas concedidas. 

Por otro lado, la pandemia del coronavirus ha frenado las solicitudes de protección internacional en España. De acuerdo a los datos de la Oficina de Asilo y Refugio (OAR), el número de peticiones de asilo presentadas en marzo ha bajado un 44% respecto a febrero.    Según cifras oficiales, en marzo se presentaron 8.119 solicitudes, frente a las 14.484 registradas en febrero y a las 14.633 en enero. 

De las 37.236 peticiones registradas durante los tres primeros meses de 2020, 8.119 se presentaron en marzo; 14.484, en febrero; y 14.633, en enero. Así pues, en marzo se produjo un cambio en la tendencia al contabilizarse 6.365 solicitudes menos que en febrero (casi un 44% menos) y 6.514 menos que en enero (un 44,5% menos).

«En ocasiones, vienen familias al completo. Son gente muy normal, con sus profesiones, inquietudes y esperanzas como las nuestras pero que por circunstancias de la vida, normalmente por vicisitudes de su país de origen, no tienen otra salida que pedir protección internacional a través de nuestro país. Muchas son familias estructuradas, de lo más normal del mundo», comenta a Diario Palentino la inspectora-jefe y responsable de la Brigada de Extranjería y Fronteras de la Comisaría de Palencia.

La condición de refugiado se reconoce a toda persona que, debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, opiniones políticas, pertenencia a determinado grupo social, de género u orientación sexual, se encuentra fuera del país de su nacionalidad y no puede o, a causa de dichos temores, no quiere acogerse a la protección de tal país, o al apátrida que, careciendo de nacionalidad y hallándose fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, por los mismos motivos no puede o, a causa de dichos temores, no quiere regresar a él.

Desde la Brigada se quiere resaltar que los peticionarios de asilo tienen derecho a no ser devueltos a su país de origen, a tener la autorización de residencia y trabajo, al reagrupamiento de familiares directos y al acceso a los servicios públicos más elementales y programas de integración específicos.

Por lo demás, la Brigada, que está formada por 10 funcionarios, no solo se centra en la tramitación de los expedientes de petición de protección oficial. También se encargan, entre otros menesteres, de la tramitación de expulsiones del país, ratificadas por orden judicial, normalmente por la comisión de delitos. Y no son datos menores porque si durante el año 2018 esta Brigada terminó 107 expedientes, el año pasado ascendieron a 110: casi uno cada tres días. «En ocasiones nos vemos desbordamos por el volumen de trabajo al que nos enfrentamos porque no solo se trata de hacer papeleo. Cualquier trámite conlleva un buen número de gestiones, especialmente cuando se trata de peticiones de protección. Concretamente, en este apartado dos funcionarios son los encargados de llevar a cabo todas las directrices, inspección y el contacto con los peticionarios y sus familias», pormenoriza Doncel.

 

Voluntarios de la Cruz Roja, una ayuda esencial para la integración

Cruz Roja España trabaja desde hace más de 30 años con la gestión del programa de acogida a personas solicitantes de protección internacional. Este sistema está financiado por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social (Mitramiss) y el Fondo de Asilo, Migración e Integración (FAMI) de la Unión Europea. El objetivo final es la integración de las personas solicitantes de asilo en la sociedad y cuenta con una amplia red de personas técnicos y voluntarios. Para ello, disponen de tres fases que cubren desde la primera acogida hasta la integración y la autonomía de los participantes, con una duración de entre 18 y 24 meses. 

    Durante la acogida se hace ver a las personas cómo es la sociedad a la que llegan gracias a la creación de talleres formativos y acciones de contextualización, una red de apoyo, conocimiento de personas, formación para el empleo, integración laboral y asesoría jurídica.