El único tramo en obras de la A-73 sale del parón invernal

DP
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Sus 12 kilómetros en el límite con Palencia ya tienen las primeras capas de firme extendido aunque aún le quedan meses de remates, con el objetivo de estar listo a finales del verano

El único tramo en obras de la A-73 sale del parón invernal - Foto: Jesús J. Matías

Tras más de un mes completamente paradas, las obras en el próximo tramo de la autovía A-73, que une Aguilar de Campoo con Burgos, han salido de su letargo invernal hace unos días y vuelven a tener actividad con la vista puesta en el esprint definitivo de unos trabajos  que culminarán esta demandada infraestructura. 

Los 12 kilómetros que separan a Pedrosa de Valdelucio (Burgos) de Báscones de Valdivia (Palencia) ya parecen una autovía, con las primeras capas de firme asfáltico extendidas y el aspecto que cobran las grandes infraestructuras cuando acometen su recta final. Aunque, eso sí, todavía les resta mucho trabajo.

El objetivo del Ministerio de Transportes, como ya adelantó este periódico el pasado otoño, sigue siendo el mes de septiembre para su puesta en marcha. Con ese plazo han regresado al tajo unas pocas máquinas y operarios que se encargarán en los próximos meses de ejecutar los remates. Aparentemente está casi todo hecho, en realidad quedan multitud de detalles que son los más rápidos pero también los más caros en este tipo de infraestructuras.

El único tramo en obras de la A-73 sale del parón invernalEl único tramo en obras de la A-73 sale del parón invernal - Foto: Jesús J. MatíasSegún la información actualizada del Ministerio, el grado de ejecución es del 67% de un presupuesto total de 50,2 millones de euros. Podría parecer que un 30% es demasiado como para acometerlo en seis meses, cuando la obra debería haber estado terminada en verano de 2019 según los planes iniciales, pero sucede que las capas de firme que faltan por extender son uno de los aspectos más caros, que elevan rápidamente el porcentaje de certificación y lo multiplicarán respecto a los años anteriores.

«En estos momentos están en ejecución los arcenes y la capa intermedia del firme, de los que ya se han extendido los 5 primeros kilómetros», explican desde Transportes, mientras añaden que «paralelamente se están construyendo los caminos de servicio, las obras de drenaje transversal de los mismos y colocando los pretiles de las estructuras».

 Hay que realizar también otras obras de drenaje, el remate del asfaltado, las plantaciones vegetales a los lados de la autovía «y la colocación de la señalización, del balizamiento y de las barreras de seguridad, fundamentalmente».

¿Llegarán a tiempo para el mes de septiembre? ¿Habrá nuevos retrasos? ¿Podría adelantarse incluso, y que los miles de burgaleses que veranean en Cantabria puedan disfrutar de este tramo de autovía, covid mediante? Todo dependerá de la climatología. 

Si el invierno, que ha empezado con mucha crudeza, acaba pronto, las lluvias ceden y las temperaturas suben lo suficiente como para permitir un correcto extendido de los firmes asfálticos, es posible que en la primavera ya se pueda observar un gran impulso. Quizás entonces los amantes de las playas del norte puedan llegar a ellas de forma más rápida y segura desde la capital brugalesa, a través de Aguilar de Campoo, hasta coger la conexión con la autovía A-67 (Palencia-Santander) sin que haya finalizado la temporada estival. De lo contrario, si el mal tiempo se alarga, embarra los caminos hasta mayo y los pocos movimientos de tierras que quedan no pueden llevarse a cabo, todo podría retrasarse y no estar listo hasta que el otoño haya llegado y ya no sea tiempo de chiringuito y dar agradables paseos a orillas del mar.

una década coleando. En cualquier caso, el horizonte parece estar ya despejado para el remate de este tramo que se ha enfrentado a enormes retrasos desde que fue inicialmente adjudicado a una UTE formada por Arranz Acinas y Ferrovial, allá por el lejano 2010. La quiebra de la constructora burgalesa, por una parte, y el ‘tijeretazo’ impuesto por el Ministerio de Fomento a multitud de obras públicas del país, por otra, afectaron de lleno al proyecto hasta que se retomó en 2017, ya con Ferrovial en solitario.

Entonces se dijo que la fecha de finalización serías el verano de 2019, pero finalmente se estrenará con dos años de retraso. Cuando lo haga apenas recortará unos minutos del trayecto entre Burgos y Aguilar, pues en solo 12 kilómetros de longitud poco tiempo de viaje se puede ahorrar. Su importancia más bien será simbólica, al no abandonar el proyecto global de la A-73 que por ahora solo tiene terminado su tramo inicial, desde la circunvalación de la capital burgalesa hasta Quintanaortuño.

El resto de la autovía sigue sin fechas ciertas. Cuando se inaugure el Pedrosa-Báscones, a la autovía Burgos-Aguilar todavía le quedará un larguísimo camino por recorrer para estar completada. En concreto, tendría dos tramos inaugurados pero aún le restarán otros cuatro. 

El más avanzado es el Quintanaortuño-Montorio, de casi 12 kilómetros y que finalizó el pasado verano la fase de información pública. Aún tendrá que incorporar mejoras al proyecto y sacar a licitación las obras, presupuestadas en 92 millones de euros que serán necesarios para ejecutar el paso por la zona de Ubierna, orográficamente complicada.

A partir de ahí llegarán los tramos Montorio-Santa Cruz del Tozo y el Santa Cruz del Tozo-Pedrosa de Valdelucio, donde se empalmaría con el tramo que se estrenará previsiblemente a finales de este verano. Y restaría también finalizar los apenas 6 kilómetros que separan Báscones de Valdivia de Aguilar de Campoo, situados por completo en la provincia de Palencia. 

Todos estos tramos citados están sin licitar, en una fase intermedia entre la finalización de proyectos con los que cuentan hace unos años y su actualización para poder sacar a concurso la ejecución de las obras. Restan por tanto muchos años hasta ver esta autovía totalmente completada.