13 niños mueren cada hora por causas ligadas al VIH

N. González
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Unicef alerta de que en 2018 hubo unos 160.000 nuevos contagios en menores de nueve años y que solo un 54 por ciento de los infectados por debajo de los 14 tenían acceso a tratamiento

13 niños mueren cada hora por causas ligadas al VIH

Los datos siguen siendo alarmantes. Pese a las décadas que se lleva luchando contra el sida, todavía hoy 13 niños mueren cada hora en el mundo por causas relacionadas con esta enfermedad y solo la mitad de los infectados con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) tiene acceso a tratamiento, según los últimas estudios globales presentados ayer por Unicef en Johannesburgo (Sudáfrica). Esto implica que, pese a que las cifras han descendido, el sida y sus consecuencias dejan aún una media diaria de 320 muertes de menores, con África subsahariana a la cabeza entre las regiones más afectadas.

Los datos fueron recopilados por el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) durante 2018 y se hicieron públicos en la antesala del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, que se celebrará el próximo domingo. 

Solo en África subsahariana se encuentran unos 2,4 millones de los casi 2,8 millones de menores que se estima que conviven con el virus desencadenante de la patología en todo el mundo. Le siguen el sur de Asia con 100.000 casos infantiles, Asia oriental y el Pacífico (Oceanía) con 97.000 y Latinoamérica y el Caribe con 76.000.

Durante 2018, se registraron a nivel planetario unos 160.000 nuevos contagios de niños hasta los nueve años y, en ese grupo, unos 89.000 se infectaron durante la gestación y el nacimiento y cerca de 76.000 lo hicieron en el período de lactancia materna. Las cifras muestran que, entre adolescentes, la población femenina es casi tres veces más vulnerable al contagio que la masculina.

«Ha habido un gran éxito en la prevención de la transmisión madre-hijo, pero el progreso se ha estancado y muchos niños continúan infectándose con el VIH», advierte Unicef en su informe.

Las muertes infantiles y adolescentes tienen dos causas fundamentales: los bajos niveles de acceso a tratamientos antirretrovirales, por una parte, y los esfuerzos limitados en el campo de la prevención, por la otra. Así, según el Fondo de la ONU, en 2018 solo un 54 por ciento de los menores de 14 años infectados con VIH tenían acceso a las terapias antirretrovíricas que podrían salvarles la vida.

DISPARIDAD POR REGIONES. Los datos arrojan fuertes disparidades por región y la entidad considera que, en general, el progreso de la lucha contra el sida se está estancando, al igual que ya advirtió Onusida en su último informe global sobre la enfermedad, publicado el pasado mes de julio.

Para ilustrar la heterogeneidad del problema, la agencia de la ONU para la infancia resalta que, aunque el sur y el este de África mantengan las peores cifras en materia de prevalencia y contagios, un niño nacido en esas zonas tiene actualmente el doble de posibilidades de ser diagnosticado en sus dos primeros meses de vida que un bebé de África central y Occidental o incluso que del sur de Asia.

«El mundo está en el umbral de hacer grandes logros en la batalla contra el VIH y el sida, pero no debemos dormirnos en los laureles del progreso conseguido», señaló la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, en un comunicado. «Descuidar las pruebas y las iniciativas de tratamiento para los niños y adolescentes es una cuestión de vida o muerte y, para ellos, debemos elegir la vida», agregó.