Premio al esfuerzo

A. Benito
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El ingeniero palentino Alberto del Bosque recibe un galardón por su propuesta de instalación fotovoltaica para reducir el consumo de luz en el aulario de La Yutera

Premio al esfuerzo

Primero hizo un estudio real de las facturas de los últimos años y después planteó una instalación fotovoltaica para reducir el consumo de luz en el aulario de La Yutera. El resultado fue un proyecto «profesional, adaptado a la normativa del mundo real, innovador y original» que resultó ganador en los premios anuales San Isidro, promovidos por el Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Castilla y León y Cantabria.

Para Alberto del Bosque, el galardón es un premio a su trabajo y esfuerzo, a las horas invertidas y al buen hacer, pero también una muestra más del prestigio de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de Palencia. «Me encantaría que, algún día, el proyecto se hiciera realidad», afirma el joven, que actualmente trabaja en una empresa de energía centrada en el bombeo solar fotovoltaico.

«Me decidí a hacer este Trabajo Fin de Máster (TFM) porque ya había trabajado previamente en un proyecto similar. Además, mi tutor, Luis Manuel Navas, había sido vicerrector de Infraestructuras y Patrimonio de la UVa, lo que me facilitó el acceso a los planos. Por último, quise aprovechar las peculiaridades del tejado del aulario para elaborar una propuesta profesional que se pudiera desarrollar en un futuro», afirma Del Bosque.

Ese interés por plantear una alternativa innovadora y real, ligada a las energías verdes, fue lo que valoró el jurado del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Castilla y León y Cantabria a la hora de conceder el premio al ingeniero palentino, que además de la colegiación gratuita durante tres años, recibirá una dotación económica. Sin embargo, lo más importante para el joven es que el trabajo de dos años se haya visto reconocido.

Debido a la crisis sanitaria, el acto de entrega del reconocimiento aún no se ha podido celebrar. Sin embargo, el organismo que cada año lanza esta convocatoria hizo públicos los nombres de los ganadores hace algunos meses. Cabe destacar, en este sentido, que junto a Alberto del Bosque, este año ha resultado premiado el trabajo presentado por Ismael Puras, de la Universidad de Salamanca, por su proyecto de explotación de 1.200 ocas ponedoras en producción ecológica en Bonilla de la Sierra, en la provincia de Ávila. 

En ambos casos, se trata de propuestas relacionadas con el desarrollo sostenible, y es que, tal y como reconoce el joven palentino, «la economía se está abriendo hacia la transformación digital y la descarbonización energética».

 

NUEVAS REALIDADES. Los premios anuales San Isidro, otorgados a los mejores proyectos fin de carrera o trabajos fin de máster de la  titulación habilitante para desempeñar la profesión de ingeniero agrónomo, tienen por objeto «potenciar, valorar y reconocer el esfuerzo de los futuros ingenieros agrónomos en la confección de sus trabajos finales de carrera» y que los mismos propongan «una búsqueda activa, innovadora y práctica de nuevas realidades productivas para el sector agropecuario y de resolución de problemas ambientales en el medio rural».

El Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Castilla y León y Cantabria recibe todos los años, desde hace tres, diferentes trabajos de todas las escuelas, públicas y privadas, de León, Salamanca y Valladolid.