La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, en Villamelendro de Valdavia. Esa ha sido la última incorporación palentina a la Lista Roja del Patrimonio, aunque a lo largo del año pasado también entraron a formar parte de este grupo la parroquia de Santa Bárbara, en Vallejo de Orbó, la ermita de la Virgen del Amparo, en Villavega de Aguilar, la fábrica de harinas-central hidroeléctrica de las esclusas 31 y 32 del Canal de Castilla y la ermita de la Virgen del Rosario de Grijera, tal y como informó en su momento Diario Palentino. 

Con un total de 30 bienes clasificados en rojo, los datos sitúan a la provincia, empatada con Burgos, en el top tres regional del listado, tan solo por detrás de León (44) y Soria (31). En el lado positivo hay que destacar que, desde que surgiera esta iniciativa, ocho templos y monumentos han sido intervenidos y han cambiado a color verde: el Cristo del Otero de la capital palentina, la ermita de San Pelayo de Perazancas de Ojeda, la iglesia de San Pedro de Becerril de Campos, el yacimiento de Monte Bernorio en Villarén de Valdivia, la iglesia de San Juan Bautista en Respenda de Aguilar, el puerto fluvial de Alar del Rey, el monasterio de Santa Cruz de la Zarza y el monasterio de San Pelayo del Cerrato en Cevico Navero. 

Cabe recordar, en este sentido, que la Lista Roja del Patrimonio es una iniciativa que la Asociación Hispania Nostra puso en marcha en noviembre de 2007, con el fin de dar a conocer y proteger aquella parte de nuestro patrimonio cultural y natural que se encuentra sometida a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores. «Los criterios de inclusión en la lista se basan, pues, en la importancia histórica y arquitectónica del elemento patrimonial en cuestión, en el estado en que se encuentra y en el riesgo que recaiga sobre él, considerando no solo sus valores objetivos sino, principalmente, los subjetivos que la sociedad le otorgue de conformidad con el significado más actual de patrimonio», explican desde la entidad.

Palencia, tercera regional en la Lista Roja del Patrimonio

Por eso, entre las aportaciones palentinas a este para nada selecto club se encuentran lugares como la central hidroeléctrica de Ribas de Campos, los castillos de Palenzuela, Hornillos de Cerrato, Belmonte de Campos, Castrillo de Villavega y Paradilla del Alcor, la iglesia de San Miguel de Becerril de Campos, el palacio de los Acuña en Dueñas, la necrópolis medieval de Navas de Sobremonte, el yacimiento de Monte Cildá en Olleros de Pisuerga, el monasterio de San Román de Entrepeñas de Santibáñez de la Peña, la ermita de San Jorge de La Vid de Ojeda e incluso emblemas del románico como San Martín de Tours en Frómista. 

Entre estos bienes, solo hay uno clasificado en negro: el monasterio-hospital de Santa María de las Tiendas, un edificio cuyos orígenes se remontan a época medieval -concretamente al siglo XII, cuando la Orden de Santiago fundó en esta zona un hospital para peregrinos que fue el germen del cenobio-, que fue derribado por la propiedad particular hace algunos años. Según la información proporcionada por Hispania Nostra, el hospital fue uno de los más famosos de la Ruta Jacobea y estuvo en funcionamiento hasta el siglo XIX, momento en que se inició su ruina.

Con respecto a las últimas incorporaciones, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción se encuentra en una colina a cuyos pies aparecen restos de cerámica tardorromana. Existe documentación que acredita la actuación del maestro cantero cántabro Juan de la Cuesta, si bien, dado que el Fuero de Villasila y Villamelendro otorgado por Alfonso VIII en 1180 atestigua la existencia de ambos pueblos por lo menos desde el siglo XII, no es de extrañar que el templo esté construido encima de otro anterior de factura más humilde. En la actualidad, corre peligro de colapso por el desplazamiento de las paredes maestras y el consiguiente hundimiento de las bóvedas de arista.

Palencia, tercera regional en la Lista Roja del Patrimonio

En cuanto a la parroquia de Santa Bárbara, se cree que fue construida a mediados del siglo XVIII. Cuando Vallejo perdió su función minera, la población decayó y se perdieron lugares como el cine, el hospital o el servicio médico. La iglesia se mantuvo como un pequeño templo donde se celebraban misas todos los sábados a las cinco de la tarde. En 2013 dejaron de celebrarse estos oficios, de forma que en la actualidad su estado es completamente ruinoso con ventanas rotas, techos caídos y un interior destrozado, lo que ha obligado a tapiar con madera el inmueble.

La ermita de la Virgen del Amparo está ubicada en el denominado Barrio de Arriba de Villavega de Aguilar. Se cree que fue levantada en el siglo XII, como un edificio de estilo románico muy sencillo, aunque de ese período apenas conserva elementos, ya que fue objeto de varias remodelaciones posteriores hasta el siglo XVII. El templo se encuentra parcialmente derruido, con la bóveda en muy mal estado y la cornisa desprendida.

En el conocido pago de Viñalta se conservan las esclusas 31 y 32 del Canal, que fueron construidas bajo la dirección del ingeniero Juan de Homar hacia el año 1803. En sus inmediaciones permanencen los almacenes y lo que fue un molino de papel y, en tiempos más recientes, una fábrica de luz. A pesar de ser un Bien de Interés Cultural con categoría de monumento, el edificio se encuentra en estado de semirruina al mantenerse únicamente en pie la parte central de la cubierta.

Palencia, tercera regional en la Lista Roja del Patrimonio

Cierra el grupo de bienes incluidos el año pasado en la Lista Roja del Patrimonio la ermita de la Virgen del Rosario de Grijera , un templo datado en el siglo XI del que existen partes que podrían ser anteriores. El inmueble fue utilizado para el culto y mantenido por los habitantes de la zona hasta 1960. Posteriormente, la localidad se despobló y la ermita fue abandonada a su suerte. Perteneció al pueblo hasta que en, el año 2004, el Obispado la matriculó a su nombre, dejándola caer definitivamente. En ruinas y rodeada de vegetación, su desplome es inminente.

EFECTIVO TOQUE DE ATENCIÓN. Desde 2007, la Asociación Hispania Nostra saca los colores a ayuntamientos, gobiernos regionales, particulares o colectivos sobre el riesgo de deterioro o desaparición en el que se encuentran los bienes culturales que aparecen en su conocida Lista Roja del Patrimonio. Castilla y León sale mal parada en este listado, ya que es la Comunidad con el mayor número de monumentos en esta situación, 286 en su última actualización.

También hay que tener en cuenta que la región es una de las más ricas en restos patrimoniales y que, en los últimos años, este toque de atención ha servido para que se haya rehabilitado más de medio centenar de monumentos e inmuebles. En este sentido,  cabe mencionar la intensidad del movimiento ciudadano de los castellanos y leoneses, una actitud que también se aprecia en Palencia, donde, tal y como alguna vez han señalado desde la Asociación Hispania Nostra, «las reparaciones avanzan a un ritmo aceptable y se camina en la buena dirección».

La Lista Roja se elabora bajo la supervisión de una comisión científica integrada por especialistas en la materia, mientras que la información que utiliza Hispania Nostra en la elaboración de las fichas proviene de fuentes propias y, en su caso, de terceras personas o entidades independientes. La asociación entiende que el conocimiento del patrimonio cultural y natural debe ser facilitado y abierto a la sociedad y no solo quedar circunscrito al ámbito de estudiosos, técnicos, políticos y otros profesionales de la materia. Por este motivo, y aunque la lista se elabore con el mayor rigor por especialistas, no debe considerarse como un inventario o trabajo académico, sino como una llamada a la sociedad civil para que conozca, se sensibilice y actúe sobre los elementos patrimoniales en riesgo.

Las fichas de la Lista Roja, redactadas de una forma inteligible y sencilla, incluyen una breve descripción de cada elemento patrimonial, de su historia y de su estado actual reflejado también en fotografías, de sus riesgos y de su protección legal, si la hay. El listado se actualiza periódicamente y, desde su creación hasta hoy, han sido retirados e incorporados a la lista verde más de 150 bienes.