Fue el 29 de diciembre cuando Abbé Nozal, un escritor y pintor «muy cabreado» con el Ayuntamiento y la propuesta de talar 73 árboles en Los Jardinillos, realizó la primera sentada en el parque, a la que invitó a «cuatro amigos». Ahí nació el colectivo Una silla, una manta y un libro, que reúne cada domingo a decenas de personas, algunas llegadas expresamente para participar en la protesta desde León, Valladolid y Madrid.
Estará de acuerdo en que Los Jardinillos necesita una reforma
La dejadez del Ayuntamiento en el mantenimiento es proverbial en este parque. Si lleva diez años sin actuar, lo mínimo es que se encuentre como está. Lo que nos trae aquí es una tala caprichosa atendiendo al criterio de un arquitecto que sugiere acabar con 73 árboles. Pero es el alcalde quien tiene la llave para actuar y de momento no lo ha hecho.
Entonces, reforma sí pero no a cualquier precio...
El artículo 154 del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) es muy claro: no se puede talar un árbol porque a alguien se le ocurra. Tiene que estar perfectamente demostrado que está grave de forma imponderable y que no hay más remedio que hacerlo por el riesgo que implica, y este supuesto no se da aquí.
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